Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Les recomiendo especialmente el informe de Gerardo Leibner sobre la situación en Israel y Palestina tras la reanudación de las hostilidades porque, entre otras cosas, presenta una serie de datos que ayudan a comprender qué elementos hacen que el conflicto desatado en octubre con el ataque de Hamas se distinga dentro de una historia de enfrentamientos en la región que, según el punto de vista, puede considerarse más que milenaria.
Como complemento, otros datos. El miércoles, cuando la tregua entre Israel y Hamas todavía estaba en vigencia, hubo una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, convocada por China. Allí, el secretario general del organismo, António Guterres, mencionó una cifra que también impresiona: “En cuestión de unas semanas, el número de niños muertos por las operaciones militares israelíes en Gaza es mucho mayor que el número total de niños muertos en todo un año por cualquier parte y en cualquier conflicto desde que soy secretario general”. Esto incluye, claramente, la invasión rusa a Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022 y en la que hasta el momento han sido asesinados 545 niños. En Gaza, en menos de dos meses de enfrentamiento, la cifra de niños muertos supera los 4.100.
En la misma sesión, Guterres se refirió al posible camino de la paz: “Debemos garantizar que los pueblos de la región finalmente tengan un horizonte de esperanza avanzando de manera decidida e irreversible hacia el establecimiento de una solución de dos Estados, sobre la base de las resoluciones de las Naciones Unidas y el derecho internacional, con Israel y Palestina viviendo uno al lado del otro en paz y seguridad”.
Esa perspectiva es compartida, en gran parte, por el gobierno de Estados Unidos. “Bajo ninguna circunstancia Estados Unidos permitirá la reubicación forzosa de palestinos de Gaza o Cisjordania, el asedio de Gaza o el rediseño de las fronteras de Gaza”, dijo el sábado la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, durante su comparecencia en la COP28. Harris también habló de “un horizonte político claro para el pueblo palestino hacia un Estado propio liderado por una Autoridad Palestina revitalizada y contar con un apoyo significativo de la comunidad internacional y los países de la región”.
Como sostiene Leibner, la “cuestión palestina”, es decir, el derecho a la autodeterminación de los palestinos, será un punto de divergencia importante no sólo entre Israel y la mayoría de la comunidad internacional, sino también entre Israel y su aliado más próximo en este largo panorama de conflictos.
Hasta mañana.