Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Guido Manini Ríos hizo saber que Cabildo Abierto (CA) sólo está dispuesto a formar coaliciones departamentales en 2025 si se presentan con una candidatura a la intendencia de cada socio mayor de la “coalición multicolor” (o sea, una nacionalista, una colorada y una cabildante). Para entender qué implica esto, conviene recordar la reforma constitucional aprobada en 1996, cómo estableció nuevas reglas de juego electorales y en qué medida no lo hizo.
La candidatura única a la presidencia de la República por lema no le creó problemas al Frente Amplio (FA) porque se la había autoimpuesto desde su fundación en 1971, e incluso defendía el mismo criterio para las 19 elecciones de intendentes.
Los partidos Colorado (PC) y Nacional (PN), por el contrario, llevaban muchas décadas de acumulación electoral apoyada en que cualquier sector podía presentar su propia candidatura a la presidencia, con programas de gobierno diferentes y a menudo contradictorios entre sí. Los votos se sumaban para definir qué partido ganaba las elecciones, y luego venía un proceso de negociaciones y distribución de cargos para lograr un gobierno más o menos viable.
La reforma de 1996 tuvo mucho que ver con el declive o la extinción de varias corrientes internas del PN y el PC, que disminuyeron su diversidad interna. La contrapartida que le impusieron al FA fue el balotaje, pensado para evitar que su sostenido crecimiento lo llevara a ganar la presidencia, que cumplió con ese objetivo en 1999 pero ya no en 2004, 2009 y 2014.
En las elecciones departamentales también se permitía cualquier cantidad de candidaturas por lema a cada intendencia. Cuando se negoció el proyecto de reforma, colorados y blancos no aceptaron la candidatura única por lema y lograron que se permitiera una segunda si lograba más de 30% de los votos, pero no en las internas sino en la convención departamental correspondiente, donde los sectores se ponen hasta hoy de acuerdo para que alguien logre esa proporción de apoyos.
Una ley aprobada por dos tercios de cada cámara “podrá establecer” que cada partido presente una sola candidatura a cada intendencia. Tal ley nunca llegó a existir, y en cambio el máximo pasó de dos a tres mediante componendas para que haya una candidatura más votada en la convención y otras dos empatadas con más de 30%. La Corte Electoral lo acepta y así están las cosas.
El FA fue abandonando el criterio de la candidatura única a cada intendencia, y acumula en las departamentales del mismo modo que sus adversarios.
Desde que el PC y el PN suman sus votos y los de otros partidos para enfrentar al FA tienen un problema no resuelto en las departamentales. En ellas no hay balotaje, y sólo se puede acumular usando el mismo lema, con un máximo de tres candidaturas.
La actual “coalición multicolor” tiene cinco integrantes formales, cuatro efectivos y tres indispensables para lograr mayoría parlamentaria: el PN, el PC y CA. Manini reclama una candidatura a cada intendencia, y con sólo las otras dos, colorados y nacionalistas no podrían beneficiarse de su diversidad interna. Esto sería una concesión especialmente costosa para el PN, y es difícil prever cómo terminará la pulseada.
Hasta mañana.