Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
El pedido de formalización del militar retirado Marcelo Acuña por solicitarle a Alejandro Astesiano fichas con información sobre los senadores Mario Bergara y Charles Carrera confirma algunos hechos graves y abre paso a la investigación de otros.
Acuña conoció a Astesiano cuando ambos se dedicaban a tareas de seguridad para políticos del Partido Nacional (respectivamente, Juan Sartori y Luis Lacalle Pou). El vínculo incluyó actividades delictivas cuando Lacalle Pou asumió la presidencia de la República y Astesiano comenzó a ser encargado de su custodia, en una posición institucional que le daba acceso a información y contactos personales en la estructura estatal.
Acuña ocupó, junto con otros militares retirados, posiciones de responsabilidad en Vertical Skies, una empresa formada para intervenir en licitaciones públicas y que está bajo sospecha en varios casos, entre ellos el de la venta a UTE, por 750.000 dólares y mediante una subsidiaria, de un dron que nunca llegó a Uruguay.
De los expedientes surge que Astesiano intermedió, por ejemplo, para que Nelson Choroszucha le aportara más de 170.000 dólares a Vertical Skies; para convencerlo de que era una inversión con retorno seguro, porque había licitaciones ganadas de antemano debido a tráfico de influencias; y para aplacarlo cuando reclamó, sin éxito, la devolución de ese dinero.
En febrero del año pasado, Bergara y Carrera presentaron una ampliación de denuncia por el acuerdo del Poder Ejecutivo con la multinacional de origen belga Katoen Natie, que extendió hasta 2081 su concesión en el puerto de Montevideo. A partir del mes siguiente, Acuña comenzó a pedirle a Astesiano, ofreciéndole dinero a cambio, “todos los datos personales y vinculaciones” de los dos senadores, a nombre de otras personas no identificadas que querían presionarlos para que retiraran la denuncia. Astesiano, como en otros casos, dijo que iba a conseguirle lo que solicitaba pero no hay evidencia de que lo haya hecho.
De todos modos, Ricardo Martínez, comisario de Policía y también integrante del equipo de seguridad de Lacalle Pou, reconoció ante Fiscalía que Astesiano le pidió información sobre Carrera. También reconoció que le sugirió a su entonces compañero de trabajo, en agosto de 2022, que consultara al entonces jerarca policial Jorge Berriel (luego imputado y destituido por sus complicidades con Astesiano) y a un abogado especialmente sobre la gestión del hoy senador como director general de Secretaría del Ministerio del Interior. Astesiano fue detenido en setiembre de 2022 y luego ya no pudo averiguar nada.
La solicitud de Acuña basta para formalizarlo. Lo que sigue, obviamente, es tratar de establecer para quiénes operaba. El director ejecutivo de Vertical Skies, Mario Panizza, despidió a Acuña cuando tomaron estado público sus chats con Astesiano, y asegura que actuó por su cuenta. Acuña dijo que la información sobre Bergara y Carrera se la había pedido Fraud, otro exmilitar reciclado en tareas de seguridad, y que él nunca supo a quiénes estaba destinada. Fraud dijo que Acuña mentía. El hecho es que el encargo de espionaje existió y lo crucial es probar quiénes lo impulsaron.
Hasta mañana.