Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El Partido Nacional (PN) parece olvidarse de que “en una coalición política no todo es recibir”, ya que también hay que dar. Lo escribió el colorado Pedro Bordaberry en el diario El País, se refería a las elecciones departamentales que se realizarán en menos de cuatro meses y tiene bastante razón.

Los nacionalistas son grandes defensores de que el oficialismo saliente se mantenga unido en la oposición al próximo gobierno del Frente Amplio (FA) y en las elecciones nacionales de 2029. Sin embargo, la práctica de muchos dirigentes del PN busca tales objetivos de un modo muy particular, o más bien particularista, que prioriza intereses propios sobre los de la llamada Coalición Republicana (CR).

Antes de las elecciones nacionales, cuando el oficialismo saliente discutió y acordó el uso del lema CR para las próximas departamentales, desde el Partido Colorado (PC) se propuso presentarlo en los 19 departamentos. Ante la negativa nacionalista, se planteó que fuera utilizado en seis, y el PN también se negó a esto último, aceptando sumar votos con sus socios solamente en tres, Montevideo, Canelones y Salto, que son los únicos con intendencias frenteamplistas.

En el balotaje, el FA fue mayoría absoluta no sólo en esos tres sino también en Paysandú y San José. Antes, cuando se realizó la primera vuelta, obtuvo mayoría relativa en un total de 12: los cinco ya nombrados más Colonia, Durazno, Florida, Río Negro, Rocha, Soriano y Tacuarembó. Tras estos resultados, escribió Bordaberry, desde el PN se le pide al PC que no presente candidaturas a las intendencias de varios departamentos donde no se utilizará el lema CR, para facilitar que el nacionalismo concentre la votación contra el FA y le gane.

El problema para el coloradismo es que, en esos departamentos, sin hojas de votación de su lema para la intendencia tampoco lograría una presencia explícita en las juntas departamentales. Esto contribuiría al desdibujamiento del partido aunque se incluyeran candidaturas coloradas en listas del PN, o si este (en el caso de que gane) le adjudicase luego al PC cargos de gobierno departamental.

Para evaluar la conducta de la dirigencia nacionalista hay que tener en cuenta dos datos adicionales relevantes. Por un lado, el PN suele votar mejor cuando compite por intendencias que en las nacionales; por otro, en la gran mayoría de los departamentos hace tiempo que supera con comodidad al PC, que sólo gobierna en Rivera. Esto indica que las negativas a sumar votos bajo el lema CR no se deben a temores de que ganen candidaturas coloradas, sino al deseo de asegurar que haya dos o tres del PN, a fin de preservar la compleja arquitectura de alianzas entre corrientes de esa fuerza política. Según el senador blanco Sergio Botana, es la voluntad “del pueblo”, pero más parece ser la de los dirigentes locales.

Construir una identidad colectiva para la CR exige más que la oposición al FA, y mucho más que fortalecer al PN como alternativa al frenteamplismo. Requiere levantar propuestas y candidaturas más atractivas que las de cada partido por separado, pero antes que eso es preciso evitar que el predominio de uno aplaste a los demás.

Hasta mañana.