Tether Holdings Ltd. (Microfin), empresa que integra el ecosistema de activos digitales (criptomonedas), resolvió finalizar sus operaciones en Uruguay y despidió a 30 trabajadores que cumplían tareas en Florida. La decisión fue comunicada a autoridades de la Dirección Nacional de Trabajo, en una reunión celebrada este martes.

Una fuente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social explicó a la diaria que la reunión se llevó adelante con asesores legales uruguayos y no con representantes de la empresa. Señaló que “la empresa está sin actividad desde mayo. Los trabajadores estaban en seguro de paro desde agosto. Son 38 en total, de los cuales ocho son de rango y perfil gerencial, mientras que los 30 restantes ya fueron desvinculados”. Acerca de la situación de los trabajadores, comentó que la empresa abonará el despido correspondiente a cada uno de los 30. En tanto, los ocho restantes continuarán trabajando “durante algunos meses más” hasta finalizar el proceso de retiro del país. La mayoría de los trabajadores había estado cumpliendo trabajos en dos plantas instaladas en Florida, en las localidades de Colonia Sánchez y Estación Pintado.

Con relación a los motivos del retiro del país que dieron los asesores, la fuente precisó que “se van porque diseñaron mal el negocio. Realizaron un mal modelo de negocios. Estaban perdiendo un millón de dólares por mes, por los costos corrientes. Principalmente en energía, que es el insumo más caro que manejan”.

Al arribar al país en 2023, dentro de sus proyecciones estaba marcada una serie de inversiones por 500 millones de dólares, que incluían en Florida y Tacuarembó la construcción de tres centros de procesamiento de datos. La decisión de irse del país fue comunicada días atrás también a las autoridades de UTE, con quienes mantenían un contrato para la adquisición de energía.

Sobre este punto, una fuente cercana al directorio de UTE informó a la diaria que la deuda que la empresa mantiene con el ente estatal es cercana a los cinco millones de dólares. UTE había firmado contrato con la filial de la multinacional, con Microfin, en junio de 2023, por dos emprendimientos en Florida. El contrato comenzó a regir el 1° de setiembre de ese año, por cinco años.

Al crecer con el paso de los meses la deuda por falta de pago, la medida del corte de energía se tomó luego de que la multinacional dejara de pagar la factura en mayo. Posterior a esto, el 3 de junio, la empresa informó su voluntad de rescindir contrato con UTE. También durante junio, y tras algunas reuniones, y al igual que los dos proyectos en Florida, el ente aceptó tener la misma modalidad y vínculo para un proyecto denominado Yaguarí, a desarrollarse en Tacuarembó.

Allí, las partes llegaron a un acuerdo que implicaba un ajuste en el precio de la tarifa de energía y el estudio para la ejecución del proyecto Yaguarí. Luego de unas semanas, UTE intimó a la empresa a pagar las facturas atrasadas el 8 de julio, con un plazo de diez días hábiles. Como el pago no se concretó, el suministro de energía fue interrumpido el 25 de julio.

Por resolución de la gerencia general de UTE, el 2 de setiembre, con previo informe de la asesoría letrada del ente, se dispuso la rescisión del contrato, ejecutar las garantías y facturar las penalidades por concepto de rescisión anticipada, y la correspondiente notificación a Microfin. El día 15 de ese mes, la empresa solicitó una reunión presencial para instalar nuevas negociaciones.

La fuente señaló que se trasladó a la empresa la necesidad de que pague las facturas vencidas (suministro de energía y peajes), correspondientes a junio y julio, pero el pago no se realizó. La empresa quedó en responder sobre el pago de la deuda, pero al día de la fecha no ha contestado, por lo que UTE continúa adelante con la intención de rescindir los contratos y ejecutar las garantías, algo que ya fue informado a la empresa.