Buenos días. Les comentamos algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Poniendo fin a especulaciones y expectativas sobre qué podría decir y qué no, el presidente Yamandú Orsi finalmente brindó su primer discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que en esta edición lleva como consigna “Juntas y juntos somos mejores: más de 80 años al servicio de la paz, el desarrollo y los derechos humanos”. El evento, que se desarrollará hasta el lunes, está marcado por los pronunciamientos respecto de la situación de la población palestina en la Franja de Gaza.

Orsi aseguró que Uruguay llegaba a la asamblea “a sumar esfuerzos para contribuir con la estabilidad y la paz en un mundo cada vez más convulsionado y desafiante”. “Que quede muy claro: condenamos toda forma de terrorismo, que constituye, entre otras cosas, una despreciable actitud de cobardía”, dijo el mandatario, y apuntó que “el objetivo central de las guerras actuales pareciera ser el exterminio”. En ese sentido, afirmó que “el fin nunca, nunca justificó los medios”.

Más adelante, señaló que “ningún Estado que se precie de democrático y de vivir bajo el mandato del derecho internacional puede, aun bajo el legítimo derecho de defenderse contra el terrorismo, ejercer la barbarie sobre ninguna población civil, menos aún contra personas especialmente vulnerables e indefensas”.

También destacó que Uruguay, “en especial” en el conflicto “de Oriente Medio”, “siempre sostuvo la posición de: dos naciones, dos pueblos, dos estados”. El gobierno uruguayo “toma muy en serio los informes que desde la comunidad internacional se elaboran sobre los territorios palestinos”, agregó Orsi, antes de “instar”, sin mencionar un destinatario en particular, “a implementar las recomendaciones formuladas por la ONU, a la suspensión inmediata de las operaciones militares, a la suspensión de las muertes de civiles inocentes y a la liberación de los rehenes”.

En la jornada del martes también se dirigieron a la Asamblea General de la ONU los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Estados Unidos, Donald Trump, con discursos por momentos cruzados. Por un lado, Lula defendió la democracia brasileña y la soberanía nacional, al tiempo que envió un mensaje directo a su homólogo estadounidense en el que condenó la presión externa y los ataques a las instituciones, denunció una injerencia en los asuntos internos y acusó a una “extrema derecha servil, nostálgica de hegemonías pasadas”, de conspirar contra su país. Sobre el conflicto en Gaza, reiteró lo que ya dijo otras veces: que “los ataques terroristas perpetrados por Hamas son indefendibles desde cualquier perspectiva”, pero que “absolutamente nada justifica el genocidio que continúa en Gaza”.

Trump, por su parte, criticó el rol de la ONU –dijo que tenía “mucho potencial”, pero que se quedó en “palabras vacías” que “no solucionan guerras”– y reclamó que él debería recibir el Premio Nobel de la Paz por haber “puesto fin a siete guerras”. A su vez, se refirió a los anuncios de varios países que en estos días reconocieron el Estado palestino, para asegurar que dar ese paso equivale a dar “un premio demasiado grande para los terroristas de Hamas”.

Hasta mañana.