Por el momento, el escenario en Paysandú es más propicio para el FA en octubre (y muy adverso para mayo), mientras que para el PN es al revés, aunque con un panorama no tan abismal en octubre.
No se trata de que las transferencias económicas sean sólo para premiar resultados, se trata de acompañar las trayectorias asumiendo que los riesgos educativos están también en el propio proceso.
Debemos mantenernos en la firme convicción de valernos por nosotros mismos, esto es, de ejercer decidida y radicalmente el uso público de la razón para cuestionar las prácticas que se nos imponen.
No sólo tenemos que hacer foco en los problemas de socialización en torno a la democracia, en generaciones jóvenes que vivieron toda su vida en este sistema, sino en la desilusión que generan los problemas en su funcionamiento.
Mientras el progresismo, luego de un ciclo exitoso en los 2000, adquiere nuevamente protagonismo en América Latina, en Argentina parece estar absolutamente desdibujado, porque probablemente adoleció de demasiado peronismo.