Hay quienes sienten que tienen que convencer al gran público de que los científicos y científicas son personas como todas las demás. Cualquiera que haya conversado con ellos más de cinco minutos llega a la misma conclusión: al igual que artistas, políticos, empleados, deportistas, profesionales varios, estudiantes, e incluso gente sin ningún oficio ni ganas de tener uno, quienes dedican su vida profesional a hacer ciencia son persona comunes y corrientes, con las mismas preocupaciones, aspiraciones, alegrías y miserias que todos nosotros. Es por eso que parte de la comunidad científica y académica del país se siente movilizada por el ciclo electoral y tiene expectativas sobre el futuro que el próximo gobierno deparará a la actividad científica.

En ese sentido, el lunes 11 de noviembre, en la sala Óscar Maggiolo de la Universidad de la República, se hará la presentación formal de la declaración conjunta dada a conocer en octubre que fuera firmada por el Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (Conicyt), la Academia Nacional de Ciencias del Uruguay (Anciu) y la Universidad de la República (Udelar) y que lleva por título “La importancia de seguir fortaleciendo las capacidades en ciencia, tecnología e innovación de Uruguay y su aprovechamiento para el desarrollo nacional”. Por otro lado, el lunes comenzó a circular en las redes una “Declaración en apoyo a la candidatura de Daniel Martínez y Graciela Villar” que fue puesta a disposición de investigadoras e investigadores que quisieran firmarla. En poco menos de 48 horas la carta fue firmada por más de 1.000 científicos, una cifra que adquiere importancia si tenemos en cuenta que en el Sistema Nacional de Investigadores están categorizados cerca de 1.800.

Seguir fortaleciendo la ciencia

“Ante la coyuntura electoral que vive el país y los desafíos que se abren hacia el futuro inmediato, las tres instituciones firmantes consideramos relevante reiterar nuestra firme convicción sobre la necesidad de seguir fortaleciendo las capacidades de Ciencia Tecnología e Innovación (CTI) en Uruguay”, comienza diciendo la declaración conjunta del Conicyt, la Anciu y la Udelar, que a la vez propone seguir incrementando el uso efectivo de CTI “para avanzar en el desarrollo humano y cultural, la sostenibilidad y la capacidad del país de pensarse a sí mismo”. La carta no lo dice explícitamente, pero tiene como destinatarios a quienes ejerzan el gobierno en el período que comienza el año que viene.

“El Uruguay en su actual proceso de desarrollo requiere hacer un uso efectivo de CTI, incluyendo fuertemente la desarrollada en el país, para lograr la resolución eficiente de problemas, para incrementar sus capacidades de competir y progresar en un mundo con cambios acelerados, seguir profundizando la democracia y la agenda de derechos, la equidad y la sostenibilidad ambiental, así como para reforzar el desarrollo humano en todas sus dimensiones, incluyendo la educación, la salud y la formación de cuadros profesionales y técnicos altamente capacitados”, agrega la declaración conjunta, que, si bien reconoce que el país aumentó en las últimas décadas su inversión en investigación y desarrollo (I+D), sostiene que “los indicadores nacionales de inversión están lejos de los países altamente industrializados”, al tiempo que afirma que en Uruguay, a diferencia de las naciones altamente desarrolladas, “la financiación privada es muy insuficiente”.

Antes de que alguien lo pregunte, la declaración señala que el sistema científico nacional tiene dos problemas a los que califica de “acuciantes”: “la dificultad para retener a los investigadores formados” y “para su inserción y distribución en diferentes ámbitos laborales”. El asunto queda bien ilustrado cuando se afirma que “en Uruguay el porcentaje del total de investigadores que trabaja en empresas públicas o privadas es marginal” y luego se sostiene que “si se desea que el conocimiento, a través del desarrollo tecnológico y la innovación, impacte en el desarrollo nacional, se requiere que los investigadores trabajen en diversos ámbitos donde hacer investigación contribuya a diferentes fines, sea en el ámbito académico o no académico, tanto público como privado”. Nuevamente, los científicos aportan datos: “35% de las empresas productoras de bienes y servicios (privadas y públicas) han realizado actividades de innovación”, afirman, pero luego aclaran que en ese gasto la compra de equipamiento es “ampliamente mayoritaria y las relacionadas con la producción de conocimiento nacional ocupan un lugar muy menor”, lo que para los firmantes “señala la necesidad de fortalecer los vínculos entre el sector productivo y el sector generador de ciencia y tecnología”. Insisten luego en un reclamo frecuente cuando se piensa en política de ciencia y tecnología en Uruguay: “Dado el importante papel del sector público como usuario de CTI, en todo el mundo y en especial en el Uruguay, esa necesidad de fortalecimiento de vínculos abarca también al conjunto de ministerios, empresas públicas, intendencias”.

Ejes

Al final de la declaración conjunta, las tres instituciones sugieren 11 “ejes relevantes para el nuevo período”, que abarcan múltiples aspectos y que esperan que sean tenidos en cuenta. El primero de ellos implica ordenar la institucionalidad de CTI de manera que se “establezca claramente quién define políticas, quién asesora y quién se encarga de su ejecución”, y recuerdan que “el gobierno debe asumir con convicción la conducción, con el debido asesoramiento, académico y de diversos ámbitos de actividad, de las políticas nacionales de CTI”. Otro punto que consideran relevante es la generación de “un nuevo Plan Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación”, ya que el Plan Estratégico Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación (PENCTI) fue aprobado en 2010. Este nuevo plan, entienden, deberá definir “las prioridades, los desafíos, los objetivos, metas, tiempos, responsables y recursos implicados para su implementación y cumplimiento”, al tiempo que “debe contar con la más amplia participación e involucramiento de actores académicos, empresariales, gubernamentales, del Parlamento y de la sociedad civil”.

Entre otros puntos a reforzar, señalan la necesidad de “incrementar la inversión en I+D [investigación y desarrollo] y mejorar la eficiencia de esta inversión a partir de normativas de utilización de recursos públicos específicos para ello”, “incrementar la presencia de empresas y del sector público no universitario en la inversión en I+D y ampliar la presencia de personas con posgrado en empresas y en el sector público no académico”, fomentar “la articulación entre el mundo académico y el mundo de la producción”, generar “acciones decididas para que los recursos humanos calificados que ha formado el país tengan dónde trabajar y volcar sus conocimientos, evitando así la emigración de talento” y “programas de retorno de científicos uruguayos que hoy no tienen la posibilidad” de regresar al país, y “fortalecer la presencia de CTI en la formación de los docentes y en los planes de estudio en todo el sistema de Educación Secundaria y Educación Primaria”.

Investigadoras e investigadores toman partido

A diferencia de la declaración conjunta del Conicyt, la Anciu y la Udelar, la declaración firmada por más de un millar de investigadoras e investigadores no sólo parte de analizar la situación del sistema científico, sino que además, dado que son personas que adhieren a título personal, toman partido por uno de los dos candidatos que se enfrentarán en el balotaje el domingo 24 (la declaración conjunta se redactó antes de la primera vuelta de las elecciones nacionales, que se celebró el 27 de octubre).

“Quienes firmamos este texto manifestamos nuestro apoyo a la fórmula Martínez-Villar en las elecciones nacionales que se realizarán el próximo 24 de noviembre. Somos personas dedicadas a la ciencia y la investigación, ciudadanas y ciudadanos que hemos decidido votar al Frente Amplio [FA] y nos convoca en primer lugar hacer explícito nuestro apoyo a esta fuerza política que cambió el país mediante reformas estructurales profundas, centradas en una fuerte preocupación por los más débiles, y con una visión de futuro en la cual nuestra profesión tiene un lugar principal y relevante”, comienza el texto. “En nuestro carácter de científicas, científicos, investigadoras e investigadores de las más diversas ramas del saber, ponemos el foco de esta carta de apoyo en el papel fundamental que juegan la ciencia y el conocimiento para el desarrollo nacional sustentable y con equidad social”, señalan, para luego explayarse sobre la importancia de la investigación y la generación de conocimiento.

“La investigación nacional, en todas sus manifestaciones y vertientes, ofrece herramientas fundamentales para afrontar con eficacia y eficiencia los muy diversos problemas del país. No promoverla o debilitarla asegura la acumulación de problemas sin resolver y condena al país a una peligrosa subordinación: depender, para abordar cualquier cuestión compleja, de lo que se investiga en otras partes”, afirman. Luego, aparece en la carta, por primera vez, la palabra “recorte”. Sostienen: “Una investigación asfixiada, débil, marginada de los problemas y prioridades nacionales y primera candidata a los recortes impide tener un país que sea dueño real de su destino”, al tiempo que hacen memoria y concluyen que “los gobiernos de los partidos tradicionales se caracterizaron por retacear los recursos a la educación terciaria y a la investigación, incluso en épocas de bonanza”. Contraponen a esta falta de apoyo de los partidos tradicionales lo que consideran logros de “los gobiernos del FA”, que a su juicio “incrementaron sustancialmente los recursos para investigación”, generaron el PENCTI, “que trazó las líneas estratégicas, dotando al país por primera vez de una política nacional en la materia”, y crearon “la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, que estabilizó la financiación de proyectos, generó nuevos programas básicos y aplicados, y generalizó las becas de posgrado”, y el “Sistema Nacional de Investigadores, para fortalecer y expandir la comunidad científica, que hoy cuenta con más de 1.800 investigadores categorizados”. Por otra parte, señalan que “se apoyó decididamente a la Udelar, incrementando su presupuesto 147% en términos reales”.

Todas estas políticas, señala el texto, permitieron “que por primera vez en la historia ser investigador o investigadora sea una profesión real y legítima en el país, lo que ha llevado a que más personas se dedican a la investigación y más estudiantes aspiran a ser científicas y científicos”. También afirman que, con la implementación de estas políticas, “hay más acceso a equipamiento, reactivos, libros y revistas científicas” y que “la producción de trabajos científicos comunicados a nivel internacional se duplicó entre 2004 y 2018”. También recuerdan que “La Udelar, que concentra más de 70% de la investigación nacional, generó centros en el interior donde hoy trabajan investigadoras e investigadores de primer nivel y a pocos años de su instalación estos centros están revolucionando la educación, la economía y la cultura de todo el país”, así como destacan la creación y el fortalecimiento de “nuevas instituciones de investigación (Instituto Pasteur, CUDIM [Centro Uruguayo de Imagenología Molecular], Instituto [de Investigaciones Biológicas] Clemente Estable, Pedeciba [Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas], INIA [Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria], Utec [Universidad Tecnológica], etcétera), parques tecnológicos (Latu [Laboratorio Tecnológico del Uruguay], Pando, de las Ciencias, etcétera) y programas de articulación, extensionismo industrial y promoción de la innovación productiva y social”.

Alternativas

Tras enumerar los logros de los gobiernos del FA en materia de ciencia y tecnología, el texto firmado por investigadoras e investigadores concluye que “es necesario un nuevo impulso, evaluando lo hecho, corrigiendo lo que sea necesario y relanzando compromisos e instrumentos nuevos”. A su entender, “el programa del FA dedica un gran espacio a la consideración de qué hacer en ciencia y tecnología en el Uruguay”, que fue elaborada “con la participación de científicas y científicos destacados, y con objetivos y propuestas concretas”. Destacan algunos de estos objetivos y propuestas del programa del FA, como la elaboración de “un segundo PENCTI, con la más amplia participación de investigadores y los representantes de la sociedad”, la creación de “unidades de Investigación, Desarrollo e Innovación en las empresas públicas, poniéndolas a la cabeza de la innovación para potenciar la resolución de problemas del país”, y el apoyo a “la creación de consorcios, conglomerados, centros científicos y tecnológicos de alta especialización, polos y parques tecnológicos”.

Con respecto a la otra alternativa electoral, sostienen que “la histórica debilidad, o directamente ausencia, de políticas científicas en los últimos gobiernos blancos y colorados nos genera muy pocas expectativas” y señalan que “en el reciente documento de acuerdos [de la coalición del Partido Nacional, Colorado, Cabildo Abierto e Independiente] no hay menciones sobre políticas de ciencia, tecnología, investigación o innovación” y que “las palabras ‘investigación’ o ‘ciencia’ ni siquiera aparecen una sola vez en todo el documento difundido”. También señalan su temor respecto de la propuesta de reducir el déficit fiscal por la vía del ahorro: “La experiencia regional muestra que los ajustes como el que propone la coalición han significado enormes retrocesos en materia de capacidades científico-tecnológicas. Así no vamos a ser ni modernos, ni eficientes, ni tendremos poder de negociación, ni podremos seleccionar con inteligencia qué tecnologías son las mejores para el país. Tampoco podremos afrontar con cabeza propia nuestros problemas. Y en estas cosas –y lo decimos por dolorosa experiencia– se construye lentamente pero se retrocede en un abrir y cerrar de ojos”.

Por todo esto, y por tener “la convicción de que el desarrollo científico y tecnológico es un tema en que se juega el bienestar futuro de nuestro país”, los firmantes hacen público que votarán “por Daniel Martínez Presidente y Graciela Villar Vice-presidenta”. La carta está circulando y se puede consultar quiénes ya adhirieron en ladiaria.com.uy/UZG.