El martes falleció el zoólogo Juan Cuello. Nacido en Cañada Grande, Cerro Largo, en 1933, Cuello se dedicó a la ornitología y a la museología. Fue director del Museo Zoológico Dámaso Antonio Larrañaga (de 1979 a 1996) e investigador asociado del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), institución a la que se vinculó en 1955. En 1957 participó en la Expedición Uruguaya al Orinoco (Venezuela) y en 1961 fue uno de los fundadores de la Sociedad Zoológica del Uruguay. Fue autor de varias publicaciones, probablemente la más popular sea la que salió con el número 13 en la colección Nuestra Tierra bajo el título Aves del Uruguay, en julio de 1969.

Más allá de sus aportes a la ornitología y la ciencia del país, la partida de Cuello demostró, en las reacciones de varios investigadores, que además fue una persona generosa y motivadora para muchos profesionales y aficionados a las ciencias de la naturaleza. “Hoy nos dejó uno de los grandes zoólogos del Uruguay” escribió el paleontólogo del MNHN Andrés Rinderknetch en la red social Facebook. Enseguida varios de sus colegas comenzaron a dejar también sus palabras de despedida y agradecimiento. “Apasionado por la rigurosa ciencia de la ornitología clásica. Gran maestro y mentor. Gracias, Cuello, por tantas horas compartidas. Tu legado está en tus obras, tus especímenes y tus enseñanzas, que llevo conmigo”, escribió Santiago Claramunt, compatriota que hoy trabaja como curador asociado del Royal Ontario Museum de Toronto.

“Un día muy triste para la ciencia uruguaya. Un grande no sólo por contribuciones importantísimas, sino por ser un gran hombre que siempre apoyó y ayudó a todos los que se le acercaron. Un Maestro con todas las letras. ¡Gracias por todo, Profesor!”, escribió el ornitólogo Adrián Azpiroz, investigador asociado del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable. “Inteligente, amante de las aves, solidario y siempre dispuesto a colaborar” expresó Lucía Todone, curadora en el Museo Alberto Torres de la Llosa. “Se nos fue uno de ornitológos más grandes que tuvo Uruguay. Tuve la suerte de conocerlo y recibir sus generosos consejos. Seguramente se fue a volar con sus aves queridas”, posteó el ilustrador de naturaleza y ornitólogo de campo Carlos Calimares.

“Un grande de esos que marcaron el desarrollo histórico de la ornitología en Uruguay. Lo que más recuerdo de él, hace más de 20 años, es que ya no soportaba el deterioro ambiental. Por eso me decía que había pasado a considerarse ‘ornitólogo de gabinete’, pues ya no quería más salir a un campo cada vez más deteriorado. En tanto, en el gabinete él podía controlar su ambiente”, escribió Jorge Luis Cravino, jefe del Departamento de Fauna de la Dirección Nacional de Medio Ambiente. “Gracias por todo, Juan. Lamento las pequeñas golondrinas que no alzaron vuelo, los golpes de la vida, y que no hayas podido ver el final del camino de tu amado museo”, escribió Washington Jones, curador de la colección de aves del MNHN, institución a la que Cuello hizo tantos aportes y que este año comenzará la mudanza definitiva a su sede propia en la ex cárcel de Miguelete.