Todos tenemos un pez interior. Eso mismo es lo que nos recuerda el biólogo y paleontólogo Neil Shubin Harris en su libro Tu pez interior: un viaje por los 3.500 millones de años de historia del cuerpo humano, en el que nos muestra que las pistas de nuestro parentesco con los peces, a los que a veces creemos tan distintos a nosotros, están diseminadas en todo nuestro cuerpo.

Somos vertebrados, como ellos, lo que muestra que no estamos tan lejos en el árbol de la vida. En nuestras manos hay una aleta escondida. Nuestras mandíbulas son una innovación de peces que surcaban los mares antes de que el ancestro que dio origen a los mamíferos, reptiles y anfibios saliera del agua hace cerca de 400 millones de años. Como dice Shubin, todo lo que los humanos tenemos son versiones de cosas que se ven en los peces. Pese a ello, muchos de nosotros no solemos prestarles demasiada atención, excepto cuando están sobre nuestros platos o en los anzuelos.

Son, además, un grupo extraordinariamente diverso. En Uruguay tenemos la suerte de vivir en la región con más riqueza de peces de agua dulce del mundo (el neotrópico, que incluye buena parte de las Américas), con más de 5.000 especies descritas hasta el momento. También tenemos la mala suerte de vivir en un país en el que una empresa multinacional puede derramar químicos en un arroyo, extinguir casi toda la fauna que lo habita y salir prácticamente impune. Por eso, es más urgente que nunca conocer la biodiversidad que habita en nuestros ambientes de agua dulce.

La segunda edición del libro Peces de agua dulce del Uruguay, realizada por los biólogos Marcelo Loureiro, Iván González Bergonzoni y Franco Teixeira de Mello, hace exactamente eso: amplía y actualiza el fantástico trabajo hecho en 2011, que compilaba todas las especies registradas hasta entonces en el país.

Una tarea de tal envergadura sólo puede ser acometida con entusiasmo y genuino interés, que sobra en estos tres investigadores provenientes de tres instituciones distintas de la Universidad de la República: el Laboratorio de Zoología de Vertebrados de la Facultad de Ciencias (Loureiro), el Laboratorio de Ecología Fluvial del Centro Universitario Litoral Norte, sede Paysandú (González), y el Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del Centro Universitario del Este (Teixeira de Mello).

Su pasión por este grupo de animales queda de manifiesto desde la misma introducción, cuando recuerdan algunas de las maravillas naturales que esconden los peces en la región del neotrópico. Por ejemplo, especies en las que el macho es parásito de la hembra (sin chistes, por favor) y la fecunda directamente a través del sistema circulatorio, la existencia de los únicos vertebrados hermafroditas autosuficientes (algunas Kryptolebias de la familia Rivulidae) que desarrollan los dos sexos simultáneamente y pueden autofecundarse, o las varias especies que son capaces de cambiar de sexo durante su vida.

Una de las virtudes del libro es, justamente, que está pensado tanto para lectores especializados (estudiante e investigadores) como para aquellos con interés general en el mundo natural. Contiene necesarios datos técnicos, como claves taxonómicas para identificar las especies o mapas de distribución, pero también información ecológica, estado de conservación de cada una, muchas fotografías, comparación de tamaños a escala humana y datos de interés general (¿por qué los chuchos pueden ser peligrosos?, ¿qué hay de cierto en que las pirañas devoran humanos?, ¿cuál es la especie más pescada en Uruguay?).

Los autores no olvidan además dar contexto en abundancia con el propósito de que el lector entienda mejor a estos animales, los distintos ambientes en que viven, su importancia en los ecosistemas y cómo eso se relaciona con nosotros y los lugares que compartimos. Hay, por ejemplo, información detallada sobre las ecorregiones y las cuencas del Uruguay, un apartado sobre la importancia de las colecciones científicas y un capítulo dedicado a las amenazas a la diversidad de los peces, más relevante ahora que nunca. Allí se menciona un combo temible para las especies de agua dulce, que deja claro el asedio bajo el que se encuentran, y ayuda a entender por qué son buenos indicadores de nuestra propia salud: la sobrepesca, el efecto de las represas hidroeléctricas, el deterioro de los bosques ribereños, el vertido de contaminantes, la exposición a pesticidas por la intensificación de la agricultura, y la presencia de plásticos y microplásticos, entre otros.

Foto del artículo 'Liberá tu pez interior: la nueva edición del libro Peces de agua dulce del Uruguay nos invita a bucear en un mundo diverso'

Quizá por eso el libro resalta con una gráfica bien clara cuál es el estado de conservación de cada especie para la Unión Internacional de Conservación para la Naturaleza (UICN), cuáles son consideradas prioritarias para el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (y bajo qué criterios), y cuáles son endémicas o raras en Uruguay.

Tratándose de una familia tan amplia y diversa como los peces, el libro agrupa las especies según el grado de parentesco. Eso permite al lector introducirse al tema desde lo general a lo particular. Descubrir primero, por ejemplo, qué clase de peces son los teleósteos o los condrictios, qué características tienen, cuándo surgieron y qué ambientes conquistaron, para luego conocer en forma más detallada a sus integrantes.

Los “colados” a esta familia en el país también tienen un capítulo aparte, como corresponde debido al grado de amenaza que representan para las especies y ecosistemas nativos. Hablamos de las especies exóticas, que son discutidas sobre el final del libro con un gran signo de interrogación, ya que si bien se menciona a la carpa común como la única completamente establecida, se recuerda la amenaza en ciernes de otras que han sido capturadas ocasionalmente en nuestras aguas, como dos especies de esturiones, la carpa herbívora y la carpa cabezona.

Al igual que las guías de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, arácnidos e insectos que se han editado en las últimas décadas, esta nueva edición de Peces de agua dulce del Uruguay representa un aporte valiosísimo para conocer y sistematizar nuestra biodiversidad, el primer y fundamental paso para conservarla. No es final ni definitiva, como aclaran sus propios autores, ya que una tarea de este tipo está en constante revisión y crecimiento, pero es un material de referencia indispensable para cualquier interesado en la fauna y el ambiente del país. Aunque es exhaustiva y generosa en la información, revela también con honestidad los muchos baches que aún quedan por llenar en Uruguay sobre la ictiofauna local y sus características.

El estilo sencillo, ordenado y accesible de esta guía puede hacernos olvidar la enorme tarea que la hizo posible, tanto la de los autores al investigar, recopilar y sistematizar enormes volúmenes de información, como la de científicos, científicas e incluso aficionados que aportaron su conocimiento a lo largo de muchas décadas. Hasta hace no tanto tiempo buscar información confiable sobre fauna en el país implicaba aventurarse en una navegación ardua en la que no había recursos digitales ni guías que oficiaran de faros. Un mayor acceso al conocimiento es una gran ventaja y también una responsabilidad. Ya no hay excusas que impidan actuar para conservar nuestra biodiversidad o condenar su pérdida.

Libro: Peces de agua dulce del Uruguay. Segunda edición
Editorial: Laboratorio Zoología de Vertebrados, Facultad de Ciencias (Universidad de la República)
Autores: Marcelo Loureiro, Iván González Bergonzoni, Franco Teixeira de Mello
Formato: PDF de descarga gratuita