La calle Uruguay tiene una sola cuadra de extensión. De un lado de la empedrada calzada están las interminables paredes de un galpón que perteneció a la ex textil Campomar. Del otro lado hay una hilera de casas antiguas edificadas por esa misma empresa a principios del siglo pasado y que fueron utilizados para alojar a los jerarcas de esa emblemática industria, al igual que otras viviendas de esa manzana.
En el número de puerta 437 de la calle Uruguay empezó a funcionar La Revuelta, una tienda cultural y gastronómica que abrió hace un par de semanas, luego de meses de arreglos, modificaciones y mantenimiento del espacio.
“La casa hace al lugar”, afirmó, en diálogo con la diaria Natalia Hornos, dueña del emprendimiento junto a su pareja, Fabricio Lopes Da Silva, encargado de la cocina y de la barra. “Hay rincones y espacios de la casa que son de la época, por ejemplo las aberturas, puertas, la estufa”, explicó Hornos. Y agregó: “todo esto tiene más de 100 años. Venir acá y sentarme al lado de una ventana a planificar la semana me genera mucha emoción”.
Hornos es técnica en Relaciones Laborales, docente en UTU y estudiante de Psicología. ¿Dónde quiero ir cuando salgo a algún lugar?, fue la pregunta que se hizo cuando comenzó a idear esta propuesta a mediados del año pasado, en plena pandemia. “Fuimos escuchando la demanda de la gente y buscando un valor agregado para que no sea solo un espacio gastronómico”, comentó. “Queríamos hacer algo en donde nos sintiéramos cómodos y que nos sacara de la rutina de ver cuántos contagios y muertes había cada día”.
La Revuelta busca conectar arte, cultura, gastronomía e historia, dicen sus impulsores. “Es un emprendimiento que sigue en construcción. Al ser una tienda cultural queremos explotar al máximo todos los rincones de la casa. Tenemos la idea de generar propuestas de talleres y conversatorios que estén a fin con el lugar”, adelantó la propietaria.
Lo gastronómico no arranca de cero. Hace algunos años la pareja estuvo al frente de la cocina de Albahaca y Nuez, un proyecto muy conocido en la ciudad. “Saber que mucha gente estaba contenta porque volvíamos fue una tremenda alegría” destacó Hornos, recordando que la búsqueda de ese valor agregado era fundamental para volver al ruedo. “Hoy a esa cocina le sumamos una librería, un sector con obras de artes de gente de la zona, y también contamos con un espacio para charlar, tomarse un café y sentirse como en casa”, agregó.
Sobre la respuesta de la gente, Hornos dijo: “nos sentimos muy conformes por cómo vienen siendo estas semanas, y vamos dando pasos con calma, sin prisa, tratando de que el público que venga se sienta cómodo y conforme con lo que podemos brindarle”.
Consultada por el espacio de librería, la dueña de La Revuelta contó que “me tomé el tiempo de elegir uno por uno los libros que tenemos para ofrecer”. “Pensé cada detalle del espacio y como quería que se viera. Creo que para que la gente se sienta cómoda en tu lugar, primero lo debés estar vos”, agregó.
La Revuelta no es ajeno al momento de reconversión que vive Juan Lacaze. Tanto el Municipio local como el Centro Comercial e Industrial de la ciudad vienen buscando alternativas para el desarrollo del turismo local. Hornos destacó que “nuestro emprendiemiento suma al desarrollo turístico de Juan Lacaze”. “Estamos en un lugar de mucha historia y sin dudas que debemos explotarlo”, destacó.
A poco de comenzar con la instalación de esta tienda cultural, los vecinos de la cuadra pintaron las fachadas de sus viviendas; además, a pocos metros también se instaló un centro interdisciplinario. Para Hornos, ese movimiento “no ha sido casual”. “Está cambiando la subjetividad de la gente, tratando de olvidar el mundo fabril atado a la industria en el cual crecimos varias generaciones de lacazinos”, disparó. “Proyectamos muchas cosas para esta cuadra de la ciudad y tenemos todas las ganas y el entusiasmo para lograrlo”, señaló, esperanzada.
Próximos talleres y conversatorios en La Revuelta
Sábado 7 de agosto: Bebeteca para entre diez y 15 bebés hasta dos años para cantar y estimular con el Sonido de los Libros. La actividad es gratuita.
Martes 10 de agosto: Tarde de té y pintura, a cargo de Marianne Pauls.
19 y 21 de agosto: El espacio cultural abrirá para un taller sobre encuadernación artesanal a cargo de Kiyú, integrado por mujeres que realizan libretas y cuadernos reciclados y artesanales en el balneario Santa Ana.
Sábado 28 de agosto:. Café y conversatorio sobre Maternidad y Feminismo, a cargo de la psicóloga Karina Negrin. Será con cupos limitados y con un arancel a voluntad.