El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, dijo este miércoles que no hay “novedades” en relación a la posible reapertura del frigorífico Rondatel de Rosario, que fue suspendido por el gobierno chino tras enviar elementos no comestibles en un embarque de carne realizado el 12 de julio del pasado año.
“Hemos solicitado semanalmente información mediante la embajada de Uruguay” en China, porque “esta situación no se ha olvidado” por parte de esa secretaría de Estado, según dijo. “Estamos tratando de encontrar una solución para la situación del frigorífico”, aseguró Mattos en una entrevista realizada por Radio del Oeste.
Situación complicada
Ante la cancelación de las ventas a China la empresa determinó la suspensión de las faenas en la planta rosarina y el envío de 300 personas al seguro de paro. En las últimas semanas, empresarios y trabajadores hicieron gestiones para conocer la fecha en la que podrán volver a sus tareas.
En principio, “en función de antecedentes similares que habían ocurrido con otros frigoríficos uruguayos, esperábamos que esta sanción iba a durar tres meses, que se extendería hasta hasta el 30 de diciembre, pero todavía no tenemos noticia de la reapertura”, dijo a la diaria el presidente del sindicato de trabajadores de ese frigorífico, Javier Martínez, en una entrevista publicada el 6 de enero.
Los trabajadores están en el seguro de desempleo con prórrogas especiales, ya que la mayoría no contaba con los jornales mínimos que exige la ley para ese beneficio.
Martínez dijo que el frigorífico Rondatel “es importantísimo para la ciudad, porque allí trabajamos 320 personas y ahora en Rosario se nota que no estamos trabajando”. Hasta el cierre transitorio de la empresa “veníamos trabajando muy bien”, dijo.
El sindicalista valoró la existencia de “un muy buen diálogo con la empresa”, que ha permitido “reuniones e intercambio de información sobre la situación que ahora estamos viviendo”.
Tras permanecer un año inactivo, el frigorífico Rosario, en Colonia, que pertenece a Rondatel SA, retomó las actividades de faena el 22 de enero. La empresa, propiedad de capitales chinos desde 2015, está enfocada en colocar sus productos en distintos mercados del exterior.