Entre el viernes y el sábado, en el hotel Sheraton de Colonia del Sacramento se llevó a cabo el denominado Remate del siglo, a cargo del escritorio Waldemar G. Carbajal.
En esa instancia se subastaron cerca de 500 objetos incautados en el marco de la operación Fraude Universitario encabezada por la fiscal letrado de Rosario, Sandra Fleitas, y la Jefatura de Policía de Colonia.
En el marco de esa investigación fue condenado un pastor evangélico, oriundo de Juan Lacaze, por diversos delitos y en ese marco se allanó una fastuosa vivienda ubicada en el balneario Artilleros, también en Colonia. En esa residencia la Justicia incautó una enorme diversidad de objetos, que van desde pabellones patrios, monedas de la época romana, medallas del Mundial de 1950, puntas de flechas, cerámicas rescatadas de naufragios ocurridos en Colonia del Sacramento en el siglo XVII, muebles de estilo y hasta vehículos de alta gama.
En diálogo con la diaria, el rematador Martín Carbajal, encargado de esa subasta, comentó que la organización de ese trabajo demandó nueve meses, “primero desde el momento en que fuimos designados por la Justicia para ser depositarios del procedimiento y posteriormente como rematadores”. En ese tiempo los objetos fueron custodiados en las instalaciones de una empresa de seguridad de Rosario.
Carbajal recordó que los bienes incautados se encontraban en la residencia de tres pisos del pastor que actualmente se encuentra en prisión. “La casa estaba arrebatada de cosas, él era coleccionista de diferentes cosas, y no había un criterio definido en la selección”, dijo, y observó que dada la particularidad que se dedicó a falsificar títulos universitarios, también en la colección de cuadros que tenía había muy pocos originales, la mayoría eran réplicas”. El volumen de los objetos acumulados por el pastor resulta llamativo: fueron necesarios diez camiones para trasladarlos desde el depósito hasta el hotel donde finalmente fueron subastados.
El remate contó con la presencia del fiscal general de Corte, Juan Gómez, el intendente Carlos Moreira y diputados colonienses, así como integrantes de la Junta Nacional de Drogas, valoró Carbajal.
Organizados en 16 categorías, los 500 lotes salieron a remate en dos jornadas que convocaron a potenciales compradores de diferentes nacionalidades y “múltiples perfiles”. La categoría instrumentos musicales resultó la más llamativas en las horas previas al remate. “Se hicieron muchas consultas por las guitarras y bajos.” Una de las guitarras Stratocaster de los años 1960 fue rematada en 2.600 dólares”, comentó el rematador.
El objeto que alcanzó mayor valor fue una camioneta Range Rover, que se remató a 33.000 dólares. También se destacaron los precios alcanzados por un barco de madera hecho a escala -3.000 dólares-, una reproducción de una cabina telefónica inglesa -3.500 dólares-, y un toro de bronce -2.800 dólares-.
En tanto, un pabellón nacional que en principio había sido promocionado como confeccionado en 1830 y “posteriormente un informe de la Comisión de Patrimonio dijo que era de principios de siglo XX”, fue vendido en 4.000 dólares, comentó Carbajal. En total, las ventas sumaron 210.000 dólares. “Se vendieron todos los lotes, menos un cuadro y, por disposición de la Comisión de Patrimonio, debieron ser retiradas colecciones de monedas romanas, griegas y del Imperio bizantino”, agregó el rematador.