A principios de agosto, tal como informó la diaria, la asociación civil Centro de Rehabilitación Ecuestre El Tornado, de Colonia Cosmopolita, en el departamento de Colonia, anunció en un comunicado de prensa que prestaría el servicio de equinoterapia hasta el día 10 de ese mes.
Esa institución, donde trabajan diez personas, atendía a unas 75 personas con diferentes discapacidades -algunas de ellas muy severas- que habitan en diferentes localidades del departamento de Colonia.
“Esta difícil y dolorosa decisión” se adoptó ante “la situación económica que desde hace varios meses viene atravesando esta institución, a causa de no recibir las prestaciones complementarias de apoyo para el acceso a la equinoterapia” por parte del Banco de Previsión Social (BPS) en función de la cantidad de usuarios atendidos, explicaron los integrantes de la comisión directiva de esa institución. Actualmente la prestación por cada usuario está fijada en 2.117 pesos.
En los meses previos a tomar esa determinación, El Tornado percibió un monto que equivale a un tercio de las prestaciones que le corresponderían por la cantidad de personas que asisten, según pudo saber la diaria.
El BPS no asigna directamente las partidas a las diferentes instituciones que realizan equinoterapia en Uruguay, sino que las canaliza por intermedio de una organización llamada Asociación Civil Olímpicos de Shanghái (Acodes). En tanto, la regulación del servicio técnico de equinoterapia lo realiza el Ejército Nacional por intermedio del Centro Nacional de Fomento y de Rehabilitación Ecuestre (Cenafre).
Responsabilidad del BPS
El director del BPS en representación de los empresarios, José Pereyra, reconoció que la situación que atraviesa El Tornado “es responsabilidad del BPS y de Acodes, pero fundamentalmente del BPS”. En una entrevista realizada por la emisora coloniense FM Mágica, Pereyra explicó que el atraso en los pagos a esa organización se generó “a partir del cambio de un sistema” que utiliza el BPS y “que ha generado problemas en varios prestadores de servicios al organismo, entre ellos a El Tornado”.
“Creo que el cambio en las reglas de juego, la falta de comunicación y la presencia de un intermediario provocaron la mala noticia del anuncio del cierre de El Tornado, lo que representa un fracaso en la gestiones que venimos realizando desde febrero” para solucionar esta situación, agregó.
Además, el representante de los empresarios dijo que “hay que transparentar por qué no se está haciendo el pago” de las prestaciones, y asumió que “existe ineficiencia en el propio organismo” que él integra.
Pereyra se mostró partidario de eliminar la figura del intermediario a la hora de pagar los servicios que ofrecen algunos prestadores, y que el vínculo entre estos y el BPS “se realice de modo directo”. En este caso, “los principales perjudicados son los usuarios y las comisiones directivas honorarias que trabajan en instituciones como El Tornado”, reconoció.
Optimismo
La pasada semana, integrantes de la comisión directiva de esa asociación civil se reunieron con autoridades del BPS para analizar las posibilidades de reapertura del centro. Según informó Daniel Long, vicepresidente de El Tornado, a la diaria, el BPS ofreció hacer una revisión “de la deuda” que mantiene con el centro y, en función de ello, “aportar una partida” que permita la reapertura del servicio de equinoterapia. “La propuesta está siendo evaluada por el equipo técnico y las contadoras que nos asesoran”, explicó Long. “Hay buena intención por parte del BPS para que se pueda reabrir el centro; la semana que viene debemos tomar una resolución”, agregó.
De todos modos, El Tornado prevé organizar actividades -como un festival artístico el 17 de diciembre- para recaudar fondos para solventar los costos del funcionamiento cotidiano del centro.
El BPS, además, y tal como fuera solicitado por los tres diputados colonienses que intervinieron en este caso, prevé destinar de forma directa el dinero a las instituciones de equinoterapia que así lo requieran, sin la intermediación de Acodes, añadió Long.