A 11 meses del cierre de la planta industrial del frigorífico Rondatel ubicada en Rosario, Colonia, tras ser sancionado por el gobierno de China por el envío de mercadería en condiciones irregulares, el gremio de trabajadores observa “con preocupación” el estado de esa empresa más allá de una pronta reapertura del mercado asiático.

Al momento del cierre en esa planta industrial trabajaban cerca de 400 personas, 23 de las cuales siguieron trabajando en el cuidado y el mantenimiento de las máquinas hasta el miércoles 31 de agosto, cuando fueron enviadas al seguro de paro, al igual que el resto de la plantilla.

“La situación no está para nada bien”, dijo a la diaria el presidente del Sindicato de Empleados de Frigorífico Rosario (Semar), Javier Martínez. Y agregó: “Aunque llegue la habilitación de China en los próximos días, la empresa no cuenta con dinero para arrancar con la producción en el corto plazo. Hay que reconocer que no es fácil volver a arrancar con la producción de un frigorífico que ha estado tantos meses cerrado”.

Para el presidente de la Federación Obrera de la Industria Cárnica y Afines, Martín Cardozo, la situación del frigorífico coloniense “está cada día más compleja”. “No hay señales de que haya una reactivación a corto plazo, y lo que se traslada de la empresa a los trabajadores es negativo”.

Cardozo recordó a la diaria que los propietarios de Rondatel “tienen capitales en una planta ubicada en Cerrillos”, Canelones. “En Rosario los compañeros tienen un sentimiento de que hay poco interés en reactivar la planta. Los trabajadores cada vez ven más lejos la reapertura de las fuentes laborales”, resumió.

Crítica evaluación

La dirección de Semar elaboró un extenso documento, al cual tuvo acceso la diaria, relacionado con la actividad que ha desarrollado ese gremio desde 2015, momento en el cual la empresa fue adquirida por capitales chinos a Manuel Pereira, hasta el presente signado por la cancelación de las operaciones comerciales al principal comprador de productos cárnicos uruguayos. Allí el sindicato hace una crítica evaluación de la actual conducción del establecimiento cárnico pichonero.

Los trabajadores recordaron que en el momento del traspaso de la empresa confiaron en “las expectativas laborales fundadas en proyecciones comerciales hechas por los inversores chinos” que “dependen al final del gerenciamiento”. No obstante, “a la fecha por una u otra razón, aquellas promesas chocan de frente con esta realidad y siempre la desilusión, la frustración y la desesperanza golpean a los trabajadores y a sus familias”.

Según Semar, “hay una red de hipótesis y ninguna certeza desde la familia de los trabajadores en cuanto al futuro del frigorífico porque no se puede confiar en quienes han demostrado un evidente desconocimiento de gestión en el negocio de la carne”.

En ese documento, en tanto, los trabajadores reconocen haber “hallado eco y apoyo en los organismos oficiales a los que hemos recurrido, tanto a nivel del gobierno como legisladores o autoridades locales y departamentales, ya que este problema con el advenimiento de los capitales chinos ha cruzado a todos los partidos políticos con representación parlamentaria”.

Dependientes

En los últimos días, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, hizo declaraciones al respecto que provocaron molestias a la gerencia de la empresa. Según consignó Radio del Oeste, el 15 de agosto, Mattos dijo que el frigorífico Rosario podía comercializar a otros destinos, más allá de la imposibilidad de negociar productos con China.

El gerente de Rondatel, Julio Ortiz, considera que “no fueron acertados esos comentarios”. “Mattos tiene conocimientos del mercado cárnico, fue presidente del INAC [Instituto Nacional de Carnes] y sabe que es imposible que la ecuación económica cierre sin el mercado chino, cuando 80% de la producción uruguaya va a ese mercado”.

Según Ortiz, el ministro de Ganadería “no tuvo empatía con los 300 trabajadores que están en su casa, sin pasar como merecen”, y “no estuvo acertado al salir con tanta altanería a decir cosas ante los micrófonos; no estuvo bien, hizo un daño”, porque “todos estamos haciendo lo imposible para volver a abrir”, consideró.

Al ser consultado acerca de los comentarios realizados por Mattos, el presidente del sindicato de trabajadores del frigorífico Rosario comentó que “el ministro, en parte, tiene razón, porque el frigorífico está habilitado para vender a otros mercados”. Sin embargo, Martínez señaló que “no es fácil entrar a todos los mercados, por un tema del precio del ganado; por algo 90% de la producción cárnica uruguaya va para el mercado chino”.

El dirigente sindical dijo que Rondatel “debería haber mostrado alguna solución al tema”, porque “solamente nos quedamos con el mercado de China”, y cuando se cierra ese mercado las empresas “mandan a la gente al seguro de paro y no hay iniciativa para buscar otro tipo de negocios”. Martínez comentó que “están todos los trámites y gestiones realizadas” para lograr la rehabilitación por parte del gobierno chino. No obstante, la reapertura no se logra aún “porque es tema de allá, de China, donde no se mueve la habilitación. Todo lo que pidieron al frigorífico se hizo. No sabemos por qué se demora tanto”.