El cierre de la industria textil Campomar & Soulas, ocurrido en 1993, no pasará inadvertido para quienes decidan abordar la historia de Juan Lacaze, la vieja comarca industrial del departamento de Colonia.

Ese hecho no sólo marcó el final del camino de una empresa que tuvo un fuerte protagonismo durante todo el siglo XX, sino que su caída arrastró a un futuro incierto a más de 1.000 familias que dependían de esa fuente laboral.

Además, su desaparición provocó que diferentes actores sociales locales asumieran la tarea de fomentar un cambio de mentalidad en la organización del trabajo, en un universo que estuvo dominado por la centenaria presencia de las dos grandes industrias locales: la textil y la Fábrica Nacional de Papel, que cerraría sus puertas ya avanzado el siglo XXI.

En marzo de 2000, un grupo de actores locales vinculados al comercio y a la industria impulsaron la creación de la Agencia de Desarrollo Económico (ADE) de Juan Lacaze. A lo largo de su existencia, esa entidad fomentó la idea de generar una diversificación de la economía local.

Tras muchísimas idas y vueltas, en 2009 ADE logró que la Intendencia de Colonia y la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), que hasta ahora comparten la propiedad del edificio donde funcionaba la textil –dado que Campomar cerró sus puertas adeudando cifras millonarias a organismos públicos–, le concedieran la administración de esos espacios con el objetivo de instalar un parque industrial en ese lugar. El antiguo edificio de Campomar era realmente enorme y se extendía a lo largo de siete hectáreas en el centro de esa localidad coloniense.

A pesar de dificultades generadas por la ausencia de un marco normativo específico para ese tipo de emprendimientos, de trabas burocráticas y problemas de infraestructura propios de un edificio centenario, con el correr de los años lograron instalarse más de una decena de emprendimientos en ese lugar, que han corrido con distinta suerte, incluyendo a las desaparecidas textiles Agolan (1994-2013) y Cooperativa Textil Puerto Sauce (2014-2016).

En 2018, la CND hizo un llamado a interesados para la compra de esa superficie, al que no se presentó ningún interesado. Ese organismo también había hecho gestiones para que la Intendencia de Colonia lo adquiriera sin encontrar el eco esperado; esto generó molestias en quienes estaban al frente de ADE y en otros actores locales que esperaban un mayor interés de la comuna en darle vida a ese antiguo edificio.

Al cierre de 2018 la CND anunció que entregaría en comodato a la Intendencia de Colonia la parte del otrora edificio de Campomar & Soulas que le pertenecía, para que esta, posteriormente, lo cediera a ADE con el objetivo de consolidar el ansiado parque industrial.

Sin embargo, las relaciones entre los principales referentes de ADE y del ejecutivo coloniense no lograron encauzarse a lo largo del tiempo, lo que derivó en que la Intendencia de Colonia asumiera la conducción de ese espacio en 2021.

Por cierto, las diferencias acerca de la conducción del parque industrial de Juan Lacaze entre ambas partes también fueron alimentadas por distancias políticas partidarias: buena parte de la conducción de esa entidad era conformada por personas vinculadas al Frente Amplio, mientras que la conducción nacionalista de la Intendencia de Colonia intentaba —sin suerte— generar políticas de efecto en una localidad que le ha sido esquiva desde el punto de vista electoral al PN.

Una vez resuelta la desafectación de ADE en ese lugar, el intendente Carlos Moreira designó a Hugo Durán como referente del parque industrial sabalero. A poco de asumir, Durán hizo declaraciones, al menos polémicas, en medios locales, cuestionando las adscripciones políticas de los habitantes de Juan Lacaze, mayoritariamente vinculados a la izquierda, entre otras cosas, que generaron malestar en diferentes niveles.

Posteriormente, en 2022, y tras una serie de desavenencias con Durán, Moreira designó a Mario Clara como encargado de ese sitio. Clara, quien hasta ese momento era concejal en el Municipio de Juan Lacaze por el moreirismo, cuenta con pasado frenteamplista.

Gestiones ante la CND

A principios de este año, Clara solicitó al ejecutivo comunal la realización de gestiones para lograr que la totalidad del edificio de la ex Campomar pasara a manos de la Intendencia de Colonia, con el objetivo de lograr una adaptación del inmueble a los requerimientos de la ley de parques industriales.

Posteriormente, la comuna coloniense inició gestiones ante la CND para concretar esa cesión, algo que, en setiembre, fue respondido en forma positiva por la dirección de ese organismo.

De acuerdo a documentación a la que tuvo acceso la diaria, a la hora de conceder la cesión de ese inmueble a manos de la comuna coloniense el directorio de la CND argumentó que la administración de ese espacio ha sido ejercida por ese gobierno departamental y que tras la creación de la Agencia Nacional de Desarrollo “fueron eliminados los cometidos de desarrollo productivo que estaban contenidos en la normativa de CND”.

La enajenación de ese inmueble en forma gratuita para la comuna coloniense se concretará una vez que la Junta Departamental apruebe el proyecto que esta semana fue enviado por el ejecutivo a tales fines.