El profesor de literatura carmelitano Javier Andrade (1972) hace más de 20 años que viene trabajando en esta obra híbrida (poesía en prosa, novela o ensayo sobre la novela), un verdadero work in progress. El texto, desde una escritura experimental, reflexiona sobra la construcción de una novela imposible, la cual da nombre al libro. El personaje, Demetriuz, entra y sale del texto, se convierte en un narrador editor.

Establecidos los personajes y el escenario, que evoca reminiscencias marinas y navegaciones, se plantean diversas peregrinaciones en busca de la novela, del armazón de la misma, presentada como el “cráneo” de la novela. A partir de allí se dan una serie de momentos –al modo de las variaciones musicales– en que cambian nombres y situaciones, construyendo un arte algebraico, donde los diversos términos se intercambian entre sí. El arte de la variación en música, consagrado por el barroco, con sus recursos a la simetría y la ornamentación, arroja un buen símil para el esfuerzo de Andrade.

El lenguaje es lo más importante, ese lenguaje que se presenta en un juego de ecos y voces, como los diferentes vientos que pueden emerger de la caverna. Pueden hallarse lejanas alusiones al platonismo, pero traducidas mediante el monólogo interior y las reflexiones filosóficas sobre la literatura al estilo de Macedonio Fernández. El lector, lector cómplice, tiene que participar de estos juegos y de estas referencias, para poder realizar una intelección adecuada del material. El mismo invita a saborear la prosa, con una construcción que remite a la escritura automática y el surrealismo, y dejarse llevar por el juego de las variaciones.

Las ilustraciones del artista plástico y arquitecto Bernardo Cardarelli acompañan los textos, al punto que se constituyen en una obra en paralelo, que dialoga e interactúa con la obra de Andrade. El editor Leonardo Lesci habla por eso de las “cavernáginas de Cardarelli”. El libro se presenta como una serie de cajas chinas, o un laberinto hecho de palabras y arenas. Una búsqueda imposible de un libro que sólo existe en el proceso de su escritura.

Javier Andrade, Las cavernáginas de Demetriuz, Colonia del Sacramento, Hurí Arte y Edición, 2024, 307 páginas.