En la tarde del jueves, una delegación de docentes y estudiantes del Centro Regional de Profesores del Suroeste (CERP Suroeste) se reunieron con los integrantes del Consejo de Formación en Educación (CFE) de la Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP), en el marco de las reivindicaciones que realizan los integrantes de esa comunidad educativa tras conocerse el planillado de cursos previsto para el año próximo.

De acuerdo a la primera versión presentada por el CFE el 31 de octubre, el CERP de Colonia del Sacramento perdía 27 cursos en comparación con los dictados en el presente año, representando un 30% de la oferta educativa.

Posteriormente, según explicó el presidente del CFE, Walter Fernández Val, a la diaria, el documento aportado al centro coloniense era “un borrador” que se “filtró” a los centros educativos, y que no representaba la oferta final, ya que la misma sería puesta a discusión con los referentes de las distintas instituciones educativas de formación docente. El jerarca aseguró que la propuesta que el lunes remitieron al Sindicato de Docentes de Formación en Educación (Sidfe) para concretar una siguiente instancia de negociación plantea bajar menos de 100 grupos para 2026.

Además, mencionó que en el conflicto que mantiene el CERP de Colonia del Sacramento se maneja que el CFE prevé recortar 27 grupos, lo que equivale a 30% de su oferta educativa, pero en la propuesta que elaboraron las autoridades “sólo se bajan ocho grupos”.

El nuevo planillado que presentó CFE a esa institución reformuló la oferta original, recortando ocho grupos y dejando una cantidad similar sujeta a la cantidad de inscripciones.

En efecto, en 2025 la oferta educativa del Cerp alcanzó a 86 cursos, y de acuerdo a la nueva propuesta del CFE, el año próximo se mantendrían 72, mientras que otros seis estarán sujetos a la cantidad de inscritos y existe la posibilidad de la apertura de otras seis Unidades Curriculares optativas.

Tras recibir esa oferta, en el mediodía del viernes, la asamblea de estudiantes resolvió levantar la ocupación que había sido decretada hace unos días, lo que permitió el reinicio del dictado de cursos en esa misma tarde.

En diálogo con la diaria, el docente e integrante del Sidfe Nigel Mancini destacó que el conflicto desatado en esa institución “generó, por un lado, mucha organización dentro de la comunidad educativa”, con la realización de “grandes asambleas de estudiantes, docentes, funcionarios no docentes”. “Creo que eso fue un gran paso hacia la organización autogestionada de la comunidad educativa”. Mancini agregó que “por otro lado, también, como toda situación de conflicto, de alguna manera hizo tensar a los conflictos que ya estaban”, y que eso “también se notó: también se notaron las relaciones entre estudiantes, docentes, equipo de dirección. Todo eso estuvo sucediendo, estuvo tensándose”.

Para Mancini, “justamente lo que resta ver es qué va a pasar hacia futuro”, porque “si bien la situación es mejor que lo que parecía el 31 de octubre, sigue siendo una situación que es compleja y donde la mayoría de los profesorados salieron perdiendo en términos de oferta educativa”.