A fines de enero de este año, la empresa Industria Sulfúrica SA (Isusa) emitió una nota dirigida al contador de la Superintendencia de Servicios Financieros del Banco Central de Uruguay (BCU), Juan Pedro Cantera, y a la Intendencia de Regulación Financiera para informar que iniciaría “un proceso de reestructura para revisar y ajustar nuestros costos laborales”.
La empresa se dedica a la fabricación de fertilizantes para el agro y de productos químicos para uso industrial. Hoy cuenta con plantas en Nueva Palmira, en el departamento de Colonia, en la pequeña localidad de Agraciada, Soriano, en Ciudad del Plata, San José, y otra en el departamento de Cerro Largo.
La nota presentada por la empresa “habla sobre la situación compleja que trae aparejado al sector de fertilizantes, que es donde se pretende hacer una reestructura”, dijo a la diaria Diego Fassanello, delegado de base de la planta de Agraciada e integrante de la directiva del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ).
A principios de febrero, el STIQ emitió un comunicado en el que dice que “Isusa es la única empresa del país que se dedica, entre otras cosas, a la fabricación de fertilizantes para el agro, y compite con empresas que solamente importan, venden y distribuyen, con costos inferiores a los de Isusa, fundamentalmente por los precios internacionales de los commodities, propiciando de esta manera una competencia desleal”.
Fassanello explicó que en Nueva Palmira hay una planta de silos de acopio y mezcla de fertilizantes, y que en Agraciada se concentra la producción de ese producto, “que serían los más perjudicados en caso de concretarse una reestructura”.
A lo largo de las últimas semanas, “hemos trabajado en una mesa de negociaciones que nos comprometimos a mantener entre la empresa y el sindicato, para buscarle una solución a este tema”, señaló Fassanello. Mientras esa mesa de diálogo entre las partes “esté trabajando, no se van a ejecutar ningún tipo de medidas ni reformas”, añadió.
El delegado afirmó que “hoy podemos asegurar que todas las plantas de Isusa están trabajando con normalidad, que no hay compañeros en seguro de paro ni ningún despido por reestructuración”.
En ese sentido, Fassanello indicó que el sindicato de esa industria organizó asambleas en las diferentes plantas “para definir si se aceptaba o no una negociación con la empresa”, y “evaluando la situación y la información que teníamos, se aceptó” establecer ese canal de diálogo.
No obstante, “esa negociación había que aterrizarlo al campo, y en una segunda asamblea establecimos un marco general para encuadrar las negociaciones, como para saber hasta dónde vamos a negociar y de qué manera”, agregó. Fassanello comentó que en los próximos días “mantendremos una segunda instancia de reuniones con la empresa, donde se empezará a trabajar en ese marco de negociación”.
Si bien el STIQ ha comenzado a trabajar en esa línea, “las negociaciones con la empresa seguirán por un tiempo más”, advirtió el delegado sindical, y comentó que “mientras eso siga en curso no habrá sobresaltos para los trabajadores”.
Fassanello recordó que “hace unos años pasamos por una reestructura” que, entre otras características, suponía “la reducción de la plantilla de trabajo, porque la empresa argumentaba que había muchos trabajadores en sectores específicos”. “No se ejecutaron despidos” en esa oportunidad, recordó el delegado sindical, y añadió que ofrecieron “retiros voluntarios, lo que trajo aparejada la pérdida de alrededor de 130 compañeros entre todas las plantas”. “En esta oportunidad, si la mesa de negociación encuentra una forma de viabilizar el trabajo, la reforma sería sin reducción de la plantilla de trabajadores”, concluyó Fassanello.