A principios de abril, la industria láctea Calcar anunciaba el cierre de la planta industrial ubicada en Tarariras, en el departamento de Colonia, luego de transitar varios años con varios problemas económicos, dejando a más de 100 personas sin su fuente laboral.
El 10 de abril, la Justicia decretó el ingreso de la fábrica al concurso de acreedores, un proceso que finalizaría a fines de julio. En paralelo, la Asociación de Trabajadores de Calcar (Altrac) le presentó al síndico Nicolás Castellano la posibilidad de continuar trabajando, algo que la Justicia aprobó, detallando la autorización de realizar “mantenimiento temporario de la actividad industrial”.
En efecto, a fines de mayo, la empresa inversora Nofrock, en conjunto con la Asociación Laboral de Trabajadores de Calcar, anunció la reapertura de la planta, con el 50% de la plantilla y una producción diaria con 30.000 litros de leche.
En diálogo con la diaria, Luis Guigou, representante de Altrac, dijo que los primeros 30 días de producción bajo el nuevo formato empresarial “han sido muy buenos” para todos los trabajadores, porque “volvimos a producir y a estar nuevamente en las góndolas con los productos de Calcar”.
Guigou indicó que durante las primeras semanas “se han sumado más productores” y hoy “estamos produciendo 45.000 litros de leche diarios”. El dirigente sindical comentó que “mantuvimos una asamblea con los compañeros de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea [FTIL], quienes nos felicitaron por lo logrado en este ínterin de trabajo, que, entendemos, ha sido muy bueno para nosotros pero también para toda la industria láctea”.
“El trabajo lo venimos haciendo de buena manera, y puede ser un camino a tomar como ejemplo a futuro en caso de que sucedan otros problemas en la industria”, sostuvo Guigou.
Con respecto al remate de la planta, Guigou comentó que “estamos expectantes al respecto”. “Las perspectivas que tenemos con esta gente [por Nofrock] son buenas. Son empresarios nacionales, están dando la cara y son, de alguna manera, parte de esta industria”, señaló Guigou, y agregó: “Nosotros, como trabajadores de la industria, le ponemos alguna fichita más para que continúen adelante”.
“Sabemos que hay inversores extranjeros y alguna multinacional que están atentos al remate”, expresó, y “al estar funcionando se torna más atractivo o, en algunos casos, se torna como competencia y hay que ver qué sucede”, dijo Guigou.
“Nosotros hemos trabajado mucho, apostamos a lo que se viene desarrollando, dado que hay un valor social para que esto se encarrile en estos sentidos, y esperamos que continúe con estos empresarios. En primera instancia hemos logrado el objetivo, veremos qué sucede con el futuro remate”, concluyó.