Nuestro país se ha convencido de que, en materia de deporte, “la práctica hace al maestro” y que, en definitiva, es lo mismo practicarlo que enseñarlo.
De más está decir que esta neutralidad a la que referían en su momento los conservadores y a la que apelan ahora los híbridos de la derecha nacional es la neutralidad de la clase dominante.
En el caso de la educación y particularmente en el capitalismo neoliberal, el sujeto se valora cual objeto y su valor se ubica en las dinámicas del mercado a partir de sus posibilidades productivas.