Durante años, en la casa que compartimos Cotidiano Mujer y Mujer Ahora, la sala central llevó su nombre debido a todo lo que hizo Marysa para que pudiera ser la casa de todas.
Las inversiones de las AFAP implican una intensificación de un tipo de producción que está de cierta forma subvencionada por el Estado y además por los aportes de trabajadores, que no tienen derecho a decidir en qué se usa su contribución.
Proyectos como Neptuno/Arazatí no ofrecen una solución real a un problema que tiene que ver con cómo organizamos a nivel social el uso y cuidado del agua pensando en generaciones futuras.
Llamamos a un debate público que incorpore a la ciudadanía en el rediseño del sistema previsional que afectará no sólo a las generaciones futuras, sino también a nuestro territorio y a la calidad de vida de todas y todos.