Uruguay ha sabido ubicarse como referencia moral, ética y de negociación para la paz. Todo un caudal cosechado por una vieja tradición diplomática, echado ahora por la borda.
La alarma social y el botín electoral terminan presionando, incluso en la izquierda, y se terminan aceptando estigmas que son verdaderos ordenadores de la política.
Los grupos organizados en el negocio del crimen de alguna manera son una respuesta que se vistió con los oropeles del nuevo mundo neoliberal. Estado mínimo, libertad total del mercado, desregulación, ultra consumo.
La inacción para los casos de corrupción demuestra la falta de voluntad política en usar instrumentos legales que ya existen. De coordinar varios organismos en la investigación, prevención y sanción judicial o ética.
Después de todo, un hombre frustrado o traicionado por amigos es alguien que tenía fe y fue defraudado por la vida y la amistad. Es digno de amparo y cuidado. No objeto de críticas en la plaza pública. Pobre.
El Presidente de la República tiene que asumir la representatividad del Estado y hacer presencia como acto reparatorio. Debe comprometerse a investigar y dar cumplimiento a todas las obligaciones para esclarecer los hechos.
La inseguridad y el miedo, el goce de la vida y la búsqueda del placer deben ser incorporados como modos de existencia tan importantes como las dimensiones económicas.
La lucha cultural e ideológica comienza recurriendo no sólo al poder como un lugar o plataforma para posicionarse en nombre del sacrosanto partido o frente, sino para desplegar ideas y la fuerza en la comunidad.
Las hordas son una expresión masiva y destructiva. Diferente a una lícita expresión de masas. Es un síntoma de decadencia de parte del sistema político democrático. Las hordas son antiliberales, anticomunistas, conservadores al mismo tiempo, expresión del capitalismo popular salvaje. Tradición familia propiedad y dios neo pentecostal.
En el mundo y en la región vemos que el sistema político democrático está jaqueado por la nueva versión de la ultraderecha. No nos refugiemos en que acá, que somos levemente ondulados, no va a pasar.
El Centro Militar se ha convertido en un comité de base de apoyo a Cabildo Abierto. También, como buen club político, es receptor de los favores clientelares que permiten colocar a sus patrióticos hombres y mujeres en el Estado.
La estrategia elegida de pegar al chico y pobre que opta por el menudeo no ayuda. Tampoco que no haya ni un solo procesado por lavado de dinero en lo que va de esta administración.
Prohibir la producción, distribución y consumo de sustancias, criminalizando toda la cadena y promoviendo una interpretación de guerra a sus cláusulas, ha fracasado rotundamente.
La LUC es revanchismo conservador que quiere borrar los avances progresistas no sólo del Frente Amplio, sino de todo el Uruguay batllista, liberal, estatista.
El aviso de suspender los partidos es una medida de cierta sensatez, aunque dudo de su eficacia dada la naturaleza que hoy tienen estos homicidios y el carácter de estas violencias.
La LUC incorpora herramientas innecesarias que, por añadidura, dan nuevas oportunidades a los malos policías que han hecho de la corruptela una opción de vida y negocios.