“Estábamos en una reunión bien fermental”, comentó el presidente Luis Lacalle Pou este jueves, al inicio de la conferencia de prensa sobre las medidas que tomará el gobierno por el aumento de casos diarios de coronavirus. La vicepresidenta Beatriz Argimón, varios ministros, jerarcas de la salud e integrantes del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) se reunieron este jueves en la Torre Ejecutiva para evaluar la situación de la pandemia. El mandatario subrayó que se están “batiendo récords mundialmente” y recordó la conferencia de prensa del 21 de mayo, cuando señaló, sobre las medidas por la pandemia, “para adelante todo lo posible, para atrás todo lo necesario”.

Sobre la situación de Rivera, que hasta el momento tiene 116 casos activos, Lacalle Pou subrayó que se trata de la ciudad, no de todo el departamento, e informó que como se produjeron varios contagios en centros educativos, decidieron suspender las clases presenciales allí por dos semanas. Además, el Ministerio de Defensa Nacional va a “extremar” los controles sanitarios en distintos lugares de la ciudad de Rivera, conteniendo el ingreso y egreso hacia el resto del país. “Saben la dificultad que tenemos hacia Brasil, por tratarse de una ciudad binacional”, agregó.

El informe del Sistema Nacional de Emergencias de este jueves consignó que hubo 38 casos nuevos y que hay un total de 444 personas cursando la enfermedad. El presidente aseguró que “no se perdió el hilo epidemiológico”, y destacó que mientras hace pocos meses había sólo 24 rastreadores, hoy hay 84. Agregó que “obviamente, todos estamos pendientes de la vacuna” contra el coronavirus, pero que por ahora la vacuna que se tiene es el tapabocas, al que hay que sumarle el alcohol en gel y el distanciamiento físico.

El nexo epidemiológico y los rastreadores

Tanto Lacalle Pou como Salinas se ocuparon de subrayar que en Uruguay no se perdió el hilo epidemiológico de los positivos, sino que hay casos que están en investigación. La preocupación surgió el martes, cuando el Sistema Nacional de Emergencias informó precisamente eso, que se estaba investigando el nexo epidemiológico de 24 de los 64 casos que se diagnosticaron ese día.

En este sentido, el presidente subrayó que Uruguay tenía 24 rastreadores hace dos meses y hoy tiene 84, abocados a identificar y comunicarse con aquellas personas que estuvieron en contacto con quienes hayan tenido un test positivo.

“Estamos ante un impulso de la pandemia, batiendo récord mundialmente”, apuntó el mandatario, “ustedes saben cuál es la situación de nuestros vecinos”, añadió.

Por último, subrayó: “Estamos lejos de decir que esto está fuera de control. Lejísimos”.

Lacalle Pou contó que los integrantes del GACH señalaron que los contagios han decrecido en las personas mayores de 50 años y crecieron en los menores de esa edad, por lo que le habló “a la barra más joven”. Dijo que entiende la recreación y la “vocación de sociabilizar”, pero en estos días “está claro que hay que evitar la circulación, las reuniones y las fiestas”. “Vamos a ser muy estrictos con el tema de las fiestas. Es para cuidar a los padres y a los abuelos de los chiquilines, no es por mucho tiempo. Si Uruguay está casi en la plenitud de sus libertades en lo que hace a lo laboral, cultural y económico es porque ha habido una libertad responsable”, destacó.

De todos modos, subrayó que ahora estamos ente un “empuje mundial y regional” de la pandemia, y recordó que Uruguay está geográficamente ubicado entre el número cinco (Argentina) y el número tres (Brasil) “del podio mundial de contagios”, por eso “tenemos que cuidarnos más”.

Prohibido pasar

En cuanto al ingreso al país, Lacalle Pou dijo que si bien se están haciendo controles, en la declaración jurada que se firma al entrar se hace referencia a dos artículos del Código Penal, que van a utilizar: el 224 (“Daño por violación de las disposiciones sanitarias”) y el 239 (“Falsificación ideológica por un particular”). Subrayó que quienes “tienen que hacer cuarentena y no la hacen van a ser llevados ante la Justicia”.

Sobre la temporada turística, el presidente dijo que a raíz de los informes que realizaron el Ministerio de Salud Pública y el GACH, será un “verano restringido”, por lo tanto, “las fronteras van a estar básicamente cerradas, salvo excepciones”. Explicó que tomaron esa decisión con base en lo que ha pasado en otros países cuando se abrieron las fronteras, por ejemplo, en Islandia: “Tenía muy pocos casos y se dispararon”. Agregó que sabe que es una decisión que “muchos no van a compartir”, subrayó que es “difícil” para el gobierno y que la “estiraron” lo más que pudieron, pero “los elementos son contundentes”. De todos modos, destacó que “estamos lejos” de una situación fuera de control, y además “estamos tranquilos” en cuanto a la capacidad sanitaria.

Consultado por la prensa sobre las pérdidas económicas por el cierre de fronteras durante el verano, Lacalle Pou contó una anécdota que escuchó sobre dos operadores turísticos. Una señora dijo que en su local estaba trabajando con 40% de clientes pero en la temporada pensaba llegar a 100%, y el otro operador le retrucó que si se extiende la pandemia llegará a 0%, por lo tanto, es adecuado que trabaje con el 40% actual. El mandatario subrayó que el sector turístico fue “el más golpeado por la pandemia” y que por eso, en una reunión que tendrá este viernes a las 14.30 con el Congreso de Intendentes por el tema de las fronteras, también estará Azucena Arbeleche, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

El presidente aseguró que el 1º de marzo, cuando asumió el gobierno, “los números estaban en rojo, ya la caja de herramientas era reducida”, y cuando empezó la pandemia se quedaron con “tres o cuatro herramientas” menos. “Estamos tratando de hacer todo lo posible para no recargar al que emprende, en este caso, el operador turístico, y vamos a forzar, dentro de lo posible, lo fiscal, para poder tener un alivio”, indicó.

La metáfora de la “caja de herramientas” limitada que dejó el gobierno del Frente Amplio no le cayó muy bien a Pablo Ferreri, ex subsecretario del MEF. En su cuenta de Twitter escribió: “2.400 millones de USD en líneas contingentes preaprobadas con organismos multilaterales. La caja se la dejamos con herramientas, pero no las quiere usar”.