La crisis económica que está causando la pandemia de covid-19 hará que 11,5 millones de personas se queden sin trabajo en el correr de este año, lo cual incrementará el número total de desocupados a 37,7 millones de personas, de acuerdo a una estimación presentada en un informe divulgado este jueves por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La CEPAL estima que la contracción económica en América Latina será de 5,3% este año ‒la peor desde la Gran Depresión de 1929‒ y que tendrá “efectos negativos” sobre la tasa de desocupación de la región, que pasará de 8,1% en 2019 a 11,5% este año, según las proyecciones presentadas por ambos organismos en la sede de la CEPAL ubicada en Santiago de Chile.

“Se proyecta un aumento de la tasa de desocupación de al menos 3,4 puntos porcentuales, lo que equivale a más de 11,5 millones de nuevos desempleados”, indicó el informe denominado “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (covid-19)”.

Además del aumento del desempleo, en el informe las organizaciones indican que se espera además un ostensible deterioro de la calidad del empleo en la región, donde la tasa media de trabajos informales ya alcanza 54%.

Muchos de estos trabajadores informales no tienen acceso a servicios de salud de calidad y, dadas las características de su trabajo, están más expuestos al contagio. Asimismo, sus ingresos son generalmente bajos, por lo que cuentan con una capacidad de ahorro limitada para hacer frente a períodos prolongados de inactividad.

La OIT estima la reducción de 10,3% de las horas de trabajo, lo que afectará a unas 32 millones de personas, debido a la crisis sanitaria y las medidas de confinamiento tomadas por los países latinoamericanos. Las cifras de desempleo afectarán duramente a los más vulnerables de la región, provocando el aumento de la pobreza en 4,4 puntos porcentuales y la pobreza extrema en 2,6 puntos porcentuales respecto de 2019. “Esto implica que la pobreza alcanzaría entonces a 34,7% de la población latinoamericana (214,7 millones de personas) y la pobreza extrema a 13% (83,4 millones de personas)”, indica el informe.

Ambas instituciones ven un futuro incierto para el mercado laboral regional y estiman una recuperación bastante lenta de los empleos perdidos, lo que requerirá una profunda formación y educación de los trabajadores en seguridad sanitaria, protocolos de salud y horarios desfasados de ingreso y salida para evitar aglomeraciones y focos de contagio. “Para ello son necesarios recursos institucionales y presupuestarios reforzados que garanticen su cumplimiento”, se señala en el informe.