Mientras su estado de salud general mejora, luego de que el martes se le diagnosticara covid-19, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, tuiteó una serie de mensajes que pueden ser interpretados como un mal chiste, si se tiene en cuenta la realidad sanitaria y económica de su país, uno de los más golpeados por la pandemia de coronavirus. “Ningún país del mundo hizo como Brasil. Preservamos vidas y empleos sin propagar el pánico, que también lleva a la depresión y a la muerte”, dijo el presidente ultraderechista.
Además, Bolsonaro volvió a defender el uso de la hidroxicloroquina para tratar la covid-19, y dijo que gracias a ese medicamento vivirá un largo tiempo. “Lamento informar que estoy muy bien usándola”, dijo respecto del fármaco, y agregó: “Si Dios quiere, viviré todavía por un largo tiempo”.
De todas maneras, las afirmaciones del mandatario acerca de la salud y el trabajo de sus compatriotas parecen ir a contrapelo de la realidad. Los números oficiales marcan que en Brasil alrededor de 68.000 personas fallecieron siendo portadoras del virus y que la pandemia hizo estragos en el mercado laboral del país. De acuerdo a datos oficiales difundidos por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, hasta mayo la pandemia significó la pérdida de 7,8 millones de puestos de trabajo.
Por otra parte, Folha de São Paulo publicó una nota que, en base a diálogos con personas que estuvieron con el mandatario en las últimas semanas, describe la manera en que Bolsonaro se comportaba respecto de las medidas preventivas contra la pandemia que su propio gobierno promovía. En reuniones con empresarios o con funcionarios, el ex capitán, de 65 años de edad, solía dar la mano a sus interlocutores, que en muchos casos quedaban descolocados ante la actitud del presidente. Al notar la tensión, Bolsonaro, que en estos encuentros jamás utilizaba tapabocas, decía que tener miedo era una tontería. Además, cuando veía que alguien con quien se iba a encontrar tenía tapabocas, decía, en su habitual retórica procaz, que eso era “cosa de maricón”.
Noticias falsas y Moro
Durante una transmisión online para periodistas, Facebook informó que bajó en los últimos días 88 cuentas y páginas vinculadas a Bolsonaro, sus hijos y otras personas de su entorno, entre ellos diputados e integrantes del denominado “gabinete de odio”, dedicado a difundir informaciones falsas y difamaciones contra rivales políticos del mandatario. Según informó el diario carioca O Globo, desde la empresa Facebook se especificó que las cuentas que se dieron de baja actuaban desde la campaña electoral de 2018 y tenían la finalidad de engañar sistemáticamente a las personas, sin informar la verdadera identidad de los administradores de las cuentas. Se informó además que también se dio de baja a 38 cuentas de Instagram, aplicación que es propiedad de Facebook, que también estaban envueltas en esta red de noticias falsas.
En total, el esquema de fakenews alcanzaba una audiencia aproximada de dos millones de personas, de acuerdo a lo que informó la empresa Digital Forensic Research Lab, especializada en el combate a las cuentas basura en la red. Desde esta entidad se informó que uno de los responsables por la administración de algunas de las páginas dadas de baja es Tércio Arnaud Thomaz, quien asesora a Bolsonaro desde hace varios años en temas de comunicación y que actualmente se desempeña como asesor especial de la Presidencia de la República.
Quien ya se encuentra en plena campaña electoral, a pesar de no tener partido y de que para la contienda aún faltan dos años, es el ex juez y ex ministro de Justicia y Seguridad Pública Sérgio Moro. Medios brasileños consignaron una entrevista concedida por el jurista a la agencia de noticias francesa AFP, en la que Moro criticó a Bolsonaro y lo comparó con el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. A su entender, estos dos políticos son populistas que representan “extremos que deben ser evitados”. “Los dos tienen un carácter un tanto populista en el planteo de sus políticas públicas, con la diferencia de que el presidente Bolsonaro sería un populista de derecha y Lula uno de izquierda con visos autoritarios. Creo que Bolsonaro ha remediado eso en los últimos tiempos”, declaró.