La variante de coronavirus ómicron ya circula en Uruguay, tal como confirmó el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, este miércoles y como demuestra el aumento sostenido de casos positivos que pasó de cerca de los 400 a los 1.400 en una semana. La viróloga Pilar Moreno opinó este jueves que ante la circulación de la nueva variante en el país, “más que dar un mensaje de alarma es de responsabilidad, es momento de empezar a cuidarnos como nos cuidábamos antes”.
El aumento tan pronunciado de casos en Uruguay es similar al que vivieron semanas atrás en Sudáfrica, donde se detectó por primera vez ómicron, en Europa o en Estados Unidos, por lo que se podría proyectar que la baja de casos a la que están llegando en esas regiones también se proyecte para dentro de dos meses en el país, explicó la científica en radio Sarandí, en base a los primeros reportes internacionales.
Al igual que las autoridades de la salud, Moreno retomó investigaciones hechas en Escocia, Inglaterra y Sudáfrica que demuestran que esta variante presenta “una disminución significativa de la hospitalización, genera menos enfermedad grave”. De todas formas, advirtió sobre las consecuencias de un aumento descontrolado de casos: “Cuanto más infectados haya, más posibilidades hay de que haya gente que tenga que internarse”.
En esta línea pidió considerar los efectos que puede tener esto a nivel de dinámicas laborales: “Pensemos en los servicios de salud; si el personal de salud se enferma, más allá de que no se enferme grave, eso va a traer un cambio. Más allá de que la variante parece ser menor, el aumento de casos puede afectar de forma significativa los servicios de salud como se ha visto en otras partes del mundo, por eso hay que intentar controlar esa subida tan vertiginosa de esta variante”.
Al momento de explicar por qué esta variante tiene síntomas más leves, Moreno comentó que en primer lugar está el factor de la vacunación, ya que ómicron encuentra una población mundial con tasas de vacunación muy importantes, y por otro lado detalló que “esta variante replica o, en otros términos, se multiplica más en el tracto respiratorio superior que en el inferior, que es el pulmonar, entonces la enfermedad es más leve, los síntomas son más leves: es un resfrío, un dolor de garganta, fiebre”.
Consultada sobre la posible estrategia de ir hacia una inmunización natural, en la que la mayor parte de la población pase por ómicron, que tiene síntomas leves, y de esta forma obtenga la inmunidad frente a otras variantes más peligrosas, Moreno dijo que “es un camino que probablemente podamos transitar”, porque “se ha visto que la respuesta inmune desarrollada por ómicron es muy efectiva después para controlar delta, es decir que nos protege de una reinfección”, pero señaló que es una estrategia arriesgada, que salió mal en países como Reino Unido al intentar aplicarla al comienzo de la pandemia.
“El camino que tenemos que visualizar ahora es ir por lo que sabemos que son las vacunas, que es seguro y funciona, sabemos que son muy efectivas para protegernos de casos graves y de la muerte. La inmunización con ómicron genera una muy buena inmunidad contra otras variantes, pero sabemos que estos virus cambian y mutan cuando se replican: cuanto más replique en nuestros organismos más posibilidades hay de que mute”, advirtió.