Desde marzo Uruguay vive una fase exponencial de la epidemia, similar a la que transitó en diciembre, pero partiendo de un número de casos activos mucho mayor que en aquella oportunidad, según explicó a la diaria Andrés Ferragut, integrante del Área de Modelos y Ciencia de Datos del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH). Pero el equipo especializado en el seguimiento de los datos percibió en las últimas semanas algo que adelantó la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI) el fin de semana pasado, y es que en los últimos días hubo una aceleración mayor a la prevista en el número de pacientes que ingresan a CTI y en los fallecimientos.
“La cantidad de ingresos a CTI creció más rápido de lo previsto; desde la segunda semana de marzo uno puede ver un quiebre en la tendencia, que fue lo que llevó a la alarma de SUMI”, añadió Ferragut, que dijo que los intensivistas “se quedaron cortos y nosotros más cortos”. “Hubo un quiebre de tendencia que recién ahora se está viendo en las muertes, que en los últimos días crecieron”, señaló.
El doctor en Ingeniería aseguró que en el crecimiento de los casos activos no se percibió esa aceleración. En eso puede haber influido el retraso de los test, aunque sólo ese motivo no explica la diferencia, señaló, por lo que estimó que quizá “pueda haber un poco de subregistro de casos”.
“Por primera vez vemos un desacople entre los indicadores de cantidad de casos y los ingresos a CTI”, indicó. Aclaró que “siempre va a haber subregistro con esta enfermedad”, tanto por los casos asintomáticos como por las dificultades de rastreo, “pero el tema es si esto crece, y por primera vez desde agosto de 2020 hay una especie de desacople que preocupa”, explicó.
Por esto, consideró que es “importantísimo” que se comiencen a usar masivamente los test de antígenos, que permitirán detectar los casos positivos de forma más rápida que los test de PCR: mientras que el plazo que avala el Ministerio de Salud Pública para informar el resultado de un test de PCR es de 48 horas, y debido a la recarga del sistema ha habido demoras más allá de estos plazos en un número importante de casos, los resultados de los test de antígenos pueden estar en entre 15 minutos y media hora después de obtenida la muestra.
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Según Ferragut, “todos los países con olas grandes terminaron haciendo test de antígenos para acelerar diagnósticos y reducir los tiempos”. Uruguay triplicó el umbral por el cual se entra en la zona roja del índice de Harvard (es 25 casos diarios cada 100.000 habitantes en promedio semanal y estamos en 76). “Nos acostumbramos a estar ahí, a altos índices de positividad, y el rastreo de contactos ya no funciona, entonces tenés que tomar otras medidas, porque si no el tiempo que demores en identificar un caso significa una demora para cuarentenarse y para cortar la cadena de contagios”, señaló.
Duplicación de los indicadores en semanas
Entre los indicadores que preocupan, Ferragut puso el foco en la tasa de reproducción de la epidemia, el R, que desde comienzos de marzo está por encima de 1 y, en las últimas dos semanas, en promedio entre 1,15 y 1,20. El número indica cuántos casos nuevos puede haber a partir de los existentes, y cuando se encuentra por encima de 1 evidencia un crecimiento exponencial de casos.
Según explicó Ferragut, con la R en 1,15 los casos se duplican en tres semanas, y si se ubica en 1,20 en dos semanas, lo que se condice con lo que ha pasado, es decir, que en las últimas tres semanas se multiplicaron los casos. “Si esa tendencia continúa, en tres semanas tendremos el doble de casos que ahora”, señaló. Si en esta semana hubo en promedio poco más de 2.500 casos diarios, eso determinaría un promedio de 5.000 casos diarios para la segunda o tercera semana de abril, así como la duplicación del resto de los indicadores, señaló el experto respecto de los ingresos a CTI y las muertes.
Eso implicaría mayor presión sobre los CTI y su capacidad. “Estamos por encima de la ocupación normal y con situaciones complicadas”, advirtió Ferragut en referencia a que casi 42% de la ocupación de CTI se debe a pacientes con covid-19, que requieren mayor espacio y tiempos de internación. La estrategia de aumentar las camas de CTI, en este escenario, “no es una estrategia ganadora, porque si los números siguen subiendo van a colmar cualquier capacidad que pongas”, consideró.
Las proyecciones del grupo de datos apuntan a que la próxima semana se superará el promedio de 3.000 casos diarios, y que en materia de mortalidad se podría dar un promedio de más de 20 muertes diarias, lo que implica que “si nos quedamos en este punto, si nos estabilizamos en ese valor, igual tendríamos 600 muertes en abril”, siendo que Uruguay demoró un año en llegar a las 1.000 muertes.
Reducción de la movilidad
El grupo de datos maneja un informe respecto de la reducción de la movilidad en los últimos días, área en la que trabaja el ingeniero Federico Lecumberry. Según transmitió Ferragut, la información indica que los primeros días de esta semana hubo un descenso de 15% de la movilidad en el país.
Las fuentes de estos informes son los datos que aportan Antel y Claro sobre la movilidad de los usuarios de celulares (sin identificación), y los datos de movilidad de Google. En diálogo con la radio Sarandí, Ferragut señaló que después de la conferencia de prensa del presidente Luis Lacalle Pou el 23 de marzo “hubo un pequeño quiebre, pero no una tendencia marcada” que determine una fuerte disminución de la movilidad, y lo comparó con las medidas anunciadas el 13 de marzo de 2020, que determinaron una disminución de 60% de la movilidad.
De todas formas, Ferragut apuntó que la movilidad de por sí “no contagia, sino que lo que contagia son los contactos personales”, por lo que consideró que se debe apelar a disminuir las interacciones más que los traslados.