Una encuesta elaborada por la Usina de Percepción Ciudadana en el marco del proyecto de la diaria para combatir la desinformación que en marzo fue seleccionado por la Google News Initiative muestra diferentes datos sobre la percepción de los uruguayos en torno a la desinformación sobre las vacunas contra la covid-19. Entre ellos se destaca que las afirmaciones infundadas o falsas que más adherentes tienen son las que fueron vistas en televisión, y las que cuentan con Facebook como su fuente principal han sido descartadas por la mayor parte de los encuestados.

Para el estudio se tomó una muestra de 400 personas de diferentes regiones del país, edades, sexo y nivel socioeconómico entre el 12 de abril y el 9 de mayo; se consultó acerca de algunos de los argumentos contra las vacunas que más han circulado en redes sociales y dispositivos de mensajería.

En la consulta se tomaron en cuenta las siguientes afirmaciones: las vacunas se desarrollaron demasiado rápido; no se conocen sus efectos secundarios; para recibirlas hay que firmar un acuerdo para no demandar a las farmacéuticas; las vacunas modifican la genética; las vacunas causan autismo, y las vacunas propagan el virus que causa la covid-19.

90% de los consultados afirmaron haber escuchado sobre el pronto desarrollo de las vacunas. Al señalar dónde oyeron esto, 27% aseguró haberse enterado a través de la televisión y 25% en Facebook. Esta cifra cambia en el tramo de edad superior a 60 años, en que la red social ha sido la principal fuente con 32% contra 28% de la televisión. Al preguntarles si están de acuerdo con esta afirmación, 58% aseguró que sí y 42% que no.

Efectos secundarios

Si bien la lista de posibles efectos secundarios de las vacunas contra la covid-19 está publicada en sitios gubernamentales, de asesoramiento sobre vacunas o incluso han sido reportados por la prensa en casos como el de la vacuna de AstraZeneca-Oxford, 79% de los participantes de la encuesta afirmó haber escuchado que no se conocen las adversidades de administrarse una de estas vacunas, y 56% sostuvo que, efectivamente, no se conocían.

En este caso, a la hora de señalar una fuente para esta información, 29% afirmó haberse enterado por la televisión y 25% por Facebook.

Acuerdo y genética

El acuerdo que debe firmarse en el momento previo a recibir la primera dosis de una vacuna contra la covid-19 y que está disponible en la página web Uruguay se vacuna dice que “cualquier acción legal o procedimiento judicial o extrajudicial, por cualquier concepto y de cualquier naturaleza” contra el fabricante de la vacuna o contra el Estado uruguayo relacionado con la recepción de la vacuna, “será presentado exclusivamente ante los tribunales competentes de la República Oriental del Uruguay, rigiéndose dicho eventual reclamo exclusivamente por las leyes de la República Oriental del Uruguay”.

Sin embargo, 81% de los consultados afirmó haber oído que el acuerdo es para comprometerse a no demandar a las empresas farmacéuticas. 33% de las personas consultadas afirmó que lo oyó en televisión y 13% dijo que se lo contó una persona cercana.

Las afirmaciones sobre la modificación genética a través de las vacunas también son falsas. Vacunas como la de Pfizer o Moderna, que utilizan ARN mensajero, no modifican los genomas y las moléculas de ARN permanecen muy poco tiempo en las células. 58% de los encuestados estaba al tanto de esta desinformación; la mayoría (66%) eran personas de entre 18 y 29 años. 27% señaló que la fuente de esta afirmación fue una publicación en Facebook.

En este caso, la mayoría de los encuestados consideran falsa esta afirmación. 84% indicó que no cree en la historia de la modificación genética mediante las vacunas contra la covid-19. De todos modos, el grupo etario que más cree en esta teoría es justamente el que se vio más expuesto a las publicaciones: 21% de las personas de entre 18 y 29 años.

Autismo y propagación de covid-19

84% de los encuestados negó haber oído que las vacunas causan autismo, y 98% aseguró no creer en esa teoría. Dentro del sector minoritario que supo esa versión, la mayoría la obtuvo de publicaciones en Facebook.

Respecto a las afirmaciones infundadas que comenzaron a circular mayormente en redes sociales y a través de dispositivos de mensajería sobre que las vacunas contra la covid-19 propagaban el virus, sólo 21% de los consultados reconoció estar al tanto. También 21% es el que consideró válida esa afirmación.