Ya son siete las mujeres embarazadas que murieron a raíz de la covid-19 en Uruguay, un escenario “inédito” para el país, que tiene un promedio anual de muertes maternas de entre siete y ocho. Este fin de semana se dio el último caso en Durazno: una mujer de 29 años pasaba por un estadio grave de la enfermedad y falleció a los días de que se le realizara una cesárea de emergencia; el bebé, que nació tras siete meses de gestación, se encuentra en el CTI de Canelones.

Luis Aycaguer, director departamental de Salud de Durazno, afirmó a Subrayado: “Esta embarazada se quebró, contrajo el covid y comenzaron una serie de complicaciones. Se internó inmediatamente, hace una semana que estaba internada en CTI”. Además, agregó que tuvo complicaciones en su internación y un embarazo con preeclampsia, es decir, un estado de hipertensión arterial, entre otras características.

Leonel Briozzo, profesor titular de la Clínica Ginecotocológica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República y jefe del Departamento de Maternidad del Hospital de la Mujer del Pereira Rossell, se expresó al respecto. “A esta altura ya es una situación de alarma sanitaria. No hay una conciencia a nivel general de la gravedad de lo que estamos viviendo. Recién estamos en junio y ya se llegó al número de muertes maternas que tenemos al año, y son todas por covid-19”, dijo en declaraciones a Justos y pecadores, de la radio Uruguay.

“Es terrible la situación y genera mucha impotencia no tener la capacidad para transmitirla con mayor claridad. La situación de la mortalidad materna es producto de la situación del país con respecto al covid, y aunque es doloroso aceptarlo, es el peor país del mundo con respecto a la cantidad de habitantes y a los muertos”, agregó.

Lo mismo había advertido en mayo en diálogo con la diaria: “En mis 30 años de trayectoria profesional nunca vi una situación sanitaria de la gravedad que tiene esta para la salud de la mujer embarazada y la salud reproductiva. Es realmente dramática, no la puedo catalogar de otra manera”.

Tanto los médicos de la Facultad de Medicina como los del Pereira Rossell plantearon en una nota al Ministerio de Salud Pública que se deben tomar rápidamente medidas para atender esta situación. Proponen modificar el régimen de licencias y permitir de esta manera la licencia extraordinaria para asegurar que ninguna embarazada tenga que salir a trabajar. Asimismo, solicitan que se considere aumentar el apoyo social a las mujeres embarazadas por medio del programa Uruguay Crece Contigo, del Ministerio de Desarrollo Social (Mides): “El Mides llegó a incluir a más de 2.000 mujeres embarazadas en este programa. Esto se debe retomar básicamente para que no tengan que exponerse”, recalcó en su momento Briozzo.

En cuanto a la campaña de vacunación, los especialistas insisten en que las embarazadas y las mujeres puérperas sean una prioridad, incluso si eso implica que vayan a vacunarse sin agenda.