La llegada de la variante Delta del SARS-CoV-2 generó incertidumbre en los distintos países en los que fue detectada y tiene a otros tantos expectantes sobre lo que pueda pasar. Ha demostrado ser altamente contagiosa y se la responsabiliza por el aumento de contagios en países en los que había bajado la incidencia del coronavirus gracias a la vacunación, como Reino Unido, Estados Unidos e Israel.

Sin embargo, las vacunas han demostrado ser efectivas tanto para Delta como para las demás variantes que han ido apareciendo en los últimos meses. Es cierto que han aumentado los contagios de personas vacunadas en los países donde esta variante fue detectada, pero la situación es muy diferente a cuando no había vacunas.

Por ejemplo, en el caso de Reino Unido, el aumento de casos detectados por esta variante en el último mes está desacoplado con respecto al número de internaciones y muertes, que sigue siendo bajo y controlado, como informó The New York Times el 1º de julio. No hay una ola de hospitalizaciones ni los centros de salud se encuentran saturados como sí pasó en ese mismo país durante la primera mitad de 2020.

El 14 de junio, el gobierno británico emitió un comunicado en el que informaba que un análisis hecho por su Ministerio de Salud Pública mostraba que recibir dos dosis de la vacuna de Pfizer-Biontech prevenía en 96% las hospitalizaciones por infección con la variante Delta y la de Astrazeneca-Oxford lo hacía en 92%.

Un estudio de Moderna Inc., la empresa que desarrolla una de las vacunas de ARN mensajero disponibles en el mercado, demostró que esta vacuna produce incluso más anticuerpos en un organismo infectado con la variante Delta que en uno que fue infectado por Beta, la variante sudafricana.

Tantos británicos como israelíes y estadounidenses tienen consenso en que esta cepa, si bien es más contagiosa que las demás, no está suponiendo un riesgo mayor en personas vacunadas, debido justamente a que hasta ahora ninguna variante ha escapado a las vacunas disponibles, según indica un artículo publicado en Scientific American el 29 de junio.

Incluso en el caso de India, donde existe circulación comunitaria de Delta, se demostró que las vacunas generan una gran capacidad de protección en el personal de la salud, que es el que se ve más expuesto. Las infecciones posvacunación ocurrieron sólo en 4,28% de los trabajadores de la salud vacunados, y apenas 0,28% tuvieron que ser internados, según un estudio publicado por Apollo Hospitals a mediados de junio.

Este contenido forma parte del proyecto Aliados contra la Desinformación, apoyado por OPS/OMS y Unicef para brindar información de calidad sobre las vacunas contra la covid-19.