La semana pasada, con muestras de octubre, se detectó el sublinaje de ómicron BQ.1, según informó El Observador con base en los datos del Grupo de Trabajo Interinstitucional del Institut Pasteur, que se encarga de la vigilancia epidemiológica de covid-19 para el Ministerio de Salud Pública.

Este sublinaje de ómicron “muestra una ventaja de crecimiento significativa sobre otros sublinajes de ómicron circulantes en muchos entornos, incluidos Europa y Estados Unidos”, indicó el grupo del Institut Pasteur, y agregó que “es probable que estas mutaciones adicionales [...] hayan conferido una ventaja de escape inmunitario sobre otros sublinajes de ómicron circulantes y, por lo tanto, un mayor riesgo de reinfección” de covid-19.

Respecto del impacto de la BQ.1, los científicos sostuvieron que “la protección de las vacunas contra la infección puede reducirse debido a las particulares mutaciones del sublinaje”, pero que “en este momento no hay datos epidemiológicos que sugieran un aumento en la gravedad de la enfermedad”. “No se prevé un impacto importante en la protección contra la enfermedad grave”, aseguraron.

Entre las subvariantes de la cepa ómicron de covid-19 que circulan en Uruguay, están la BA.4, la BA.5 y ahora la BQ.1.