Jueves Migrantes surge por iniciativa de dos mujeres que conocen de primera mano la experiencia de mudarse de país, aunque ya hace años que residen en Uruguay. Se trata de Senobia Asenjo y Sandra Sifuentes, quienes invitaron a la abogada Valeria España, por el Centro de Promoción y Defensa de Derechos Humanos, a sumarse a estos encuentros para dar asesoría sobre los derechos de las personas migrantes. Con el apoyo del proyecto CasaMario (Piedras 625, entre Bartolomé Mitre y Juan Carlos Gómez), la convocatoria semanal es a juntarse desde las 9.00 hasta las 14.00.
No es nuevo el vínculo de CasaMario con el barrio ni con los vecinos del continente que le han cambiado la cara. Por eso, además de recibir aportes, se conversa, se brinda orientación en cuestiones laborales, se comparte un café y se cocina un almuerzo. Son bienvenidos a colaborar quienes dispongan de ropa, calzado y útiles de uso diario.
Como señala España, se busca generar un espacio de referencia: “Es importante que las personas migrantes conozcan que existen varias leyes que amparan el derecho a migrar y, lo más importante, reconocen que los mismos derechos aplican a todas las personas sin importar su origen nacional”. La mayoría de los que asisten a estas instancias son migrantes recientes, para quienes no hay espacios institucionales que sean accesibles y que les proporcionen la información que necesitan. “Como resultado de este espacio, estamos impulsando una serie de actividades de agenciamiento de la casa, en las que se procurará confluir distintas percepciones, saberes, servicios, oficios, prácticas”, agrega España.
De encuentros pasados surgió, sin ir más lejos, otra propuesta que se desarrollará mañana en el mismo sitio. Bajo el nombre de “Encarnaciones Felices”, CasaMario mutará en peluquería y barbería entre las 14.00 y las 19.00. El mismo grupo de trabajo que lleva adelante los Jueves Migrantes despliega esta actividad con el fin de colaborar con personas recién llegadas al país que se encuentran sin trabajo. Entonces, Daniel Encarnación Feliz cortará el pelo por $ 200 y hará recortes de barba a $ 150, de acuerdo a las siguientes sugerencias de estilo: corte callejero, corte gente decente, corte evangélico, corte gallina, cresta de gallo o a gusto.