La pandemia, con todo lo que conlleva, tocó de costado al mundo de las mascotas: algunos portales informativos daban cuenta del creciente abandono que sufrieron en China, Italia y España. Los coronavirus pertenecen a una familia común, Coronaviridae. Sin embargo, el virus se divide en alfa y beta, que afecta a mamíferos, y gama y delta, que infecta a las aves y los peces. Tanto el perro como el gato padecen enfermedades protagonizadas por coronavirus. En los primeros produce una enteritis hemorrágica moderada y en los segundos, la infección conocida como PIF (peritonitis infecciosa felina), muchas veces letal. Ambos son de tipo alfa, mientras que el más famoso de todos, el Covid-19, es de tipo beta, y afecta las vías respiratorias en el ser humano.
Ahora ingresamos al mundo condicional, ya que hasta el momento no existe evidencia científica que asegure que perros y gatos pueden infectarse con ese virus. Días atrás se reportó un caso de un perro en Hong Kong que dio levemente positivo al test; tras ser puesto en cuarentena, volvió a su hogar y días más tarde murió. No podemos asumir que fue por coronavirus. Primero, la mayoría de los eruditos cree que ese resultado se debe a que las muestras fueron tomadas de la mucosa nasal del animal, que convivía con una persona positiva a coronavirus. Perros y gatos podrían funcionar como vectores mecánicos (como un abrigo o un objeto) y por eso, al tomarle muestras dieron con partículas virales que no eran propias, sino inhaladas en el ambiente compartido. Además, un dato nada menor: la perra, de raza pomerania, tenía 17 años, y no se pudo proceder a la necropsia; su tenedora se negó.
Por lo tanto, si bien por ahora en los animales domésticos no se ha evidenciado el desarrollo de la enfermedad por causa del virus, hay que seguir investigando para sacarle la ficha. Los coronavirus sobreviven poco en el ambiente, y de allí su velocidad de contagio. Aunque en biología nada es absoluto, parece lógico pensar que un virus que se propaga velozmente entre la población lo haga, entre otras cosas, porque si no la queda. También se sabe que además de vivir poco tiempo fuera de su huésped, son bastante sensibles a los detergentes, los amonios cuaternarios y el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada diluida en proporciones adecuadas), entre otras sustancias. Con estos datos, los escenarios coronavirus-cuarentena-mascota pueden ser dos.
Personas enfermas y en cuarentena
En estos casos se recomienda colocar a la mascota en la casa de un amigo o familiar para que allí pueda satisfacer sus necesidades fisiológicas, salvo que el animal tenga acceso a un jardín y prescinda de salir a la vía pública.
El que reciba al animal deberá utilizar guantes y tapabocas para bañarlo antes de instalarlo completamente en el nuevo hogar. Tendrá que consultar con un profesional veterinario sobre los protocolos a seguir. Se pueden usar detergentes de cocina, champús secos para perros o gatos y peróxido de hidrógeno, con el fin de desinfectarlo de posibles partículas virales que lleve encima, producto de haber convivido con un paciente positivo. Tanto el recipiente para el agua como la comida original deberán ser descartados, así como el collar y la correa.
En el caso de no contar con terceros que puedan hacerse cargo del perro, el contacto con este deberá ser con tapabocas y guantes, y sería recomendable comunicarse, por ejemplo, con la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal para notificar el caso y proceder de acuerdo con las normas.
Personas sanas en cuarentena y mascotas
Aquí actualmente entra la mayoría de la población, junto con aquellos que se hayan hecho cargo de una mascota que proviene de un hogar cuyo tenedor es positivo a coronavirus.
Lo ideal es sacar al perro a la vía publica el menor tiempo posible, sólo a realizar sus necesidades fisiológicas. Se debería optar por horarios y lugares poco concurridos, ya que también debería evitarse el contacto con otro perro por parte de nosotros y de nuestra mascota.
Al volver al hogar, se le puede desinfectar con alcohol en gel y detergentes las almohadillas plantares (suela) de los cuatro miembros y también la cola.
Luego de manipular al animal es conveniente lavarse bien las manos, y optar por esto como rutina.
En caso de que la mascota tome contacto con una persona con coronavirus los pasos no están del todo determinados, ya que, como dijimos, hoy sabemos menos que mañana. Sin embargo, se recomienda bañar al animal con los productos antes indicados y consultar a su veterinario.
A los gatos que tengan salida libre al exterior, el consejo es restringírsela. Bajo ninguna circunstancia se debe abandonar al animal, y en caso de dudas lo mejor es coordinar una consulta y evitar las aglomeraciones en la clínica.