Retratos de la cuarentena

La fotógrafa uruguaya Ana Cuesta se propuso elaborar un registro cotidiano de cómo se vive cada uno los cambios que impuso la Covid-19. Para documentar ese impacto, cada día hace un retrato y una breve entrevista a personas de distintos perfiles sociales ‒un taxista, un farmacéutico, una médica de familia, un vendedor ambulante‒ mediante los que intenta entender cómo los afecta. Un ejemplo de ese camino: “Pandemia – Día 8, Plaza Cagancha, 10.36 h. Juan es músico, se gana la vida tocando a la gorra en distintos bares y espacios de reunión social que hoy día no están habilitados. Murguero de alma, formó parte de A Contramano durante 12 años. Actualmente integra la cuerda de segundos de la murga La Malcriada, que nació a partir de un taller dictado en el Centro Cultural Urbano (dependiente de la Dirección Nacional de Cultura). Tiene una cuenta en bandcamp donde comparte canciones de su autoría. Juan integra el colectivo Ni Todo Está Perdido, conformado por personas en situación de calle”. Para conocer su trabajo, que cuenta que viene generando gran empatía, se pueden seguir sus redes www.instagram.com/anavcuesta/ y www.facebook.com/anavictoria.cuestafernandez.

Selfies al fin

“Mi primer pintura para el fin del mundo” lleva por nombre el llamado a enviar fotos personales a [email protected] y aguardar cómo esos retratos se traducen en una obra plástica. Los resultados podrán verse en la cuenta de Instagram @sadfm. “Nos van a estar ayudando a hacer la crónica fisonómica del apocalipsis”, dicen con humor negro los organizadores.

Antología del diario íntimo

“Durante estos días de extrañeza y aislamiento, nos hemos dado cuenta de que proliferan los registros cotidianos e internos en vuestras escrituras. Sabemos que el diario íntimo es un elemento importante para un momento así, y que esto que estamos viviendo es de una relevancia histórica de la que todavía no somos conscientes”, argumentan desde Índigo editoras. Dadas las circunstancias, estas profesionales españolas centradas en las escrituras del yo lanzaron “Diarios de encierro”, con la idea de hacer una compilación escrita por mujeres hispanohablantes contemporáneas, apuntando a crear un e-book de libre acceso. Las interesadas pueden contactarlas por el mail [email protected].

Un acto en cada cuarto

“Una o dos páginas por día, una semanita para leerlo en voz alta corrigiendo y lo mandás”, arengó el dramaturgo argentino Mauricio Kartun sobre el concurso de textos teatrales propiciado, entre otros, por su colega brasileño André Carreira. La iniciativa se llama “Escenas del confinamiento” e intenta tomar como inspiración esta “experiencia de vida inusitada”, como la resumió el equipo organizativo. “Encerradas en nuestras casas sin saber lo que realmente nos ofrece el futuro vemos cómo las personas buscan alternativas para superar el aislamiento, la falta de convivio social, para hacer política y para encontrar modos de ser solidarias. Muchas de nosotras somos personas que estamos apenas preocupadas con vencer el tedio, otras estarán tratando de ver cómo la vida sigue o se transforma. El miedo, la incertidumbre, la impotencia se mezclan con la falta de información, a veces con una inflación de información. Nada igual a esto nos había pasado antes y estamos obligadas a estar aquí, y mantenernos activas para poder especular sobre lo que vendrá después”, dicen los convocantes, que pretenden editar un e-book de distribución gratuita con las obras recogidas. Cada persona podrá enviar un texto de hasta diez páginas en portugués o español al correo [email protected] en archivo PDF firmado con un alias hasta el 27 de abril.

Fotos desde la madriguera

Foto Club Uruguayo llama a sumarse a “Mi casa, mi madriguera”, que retoma el clima de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, para hablar de este momento casi irreal utilizando el lenguaje visual. “Alicia cae fortuitamente por el agujero de una madriguera, nosotros hemos caído, sin quererlo, también por uno”, observan. “Será cuestión de desarrollar nuestra imaginación y descubrir qué nos depara este mundo maravilloso, que puede ser nuestra casa o nosotros mismos. Narremos sobre lo que estamos sintiendo en estos momentos de incertidumbre, angustia, pero también esperanza”, dicen al tiempo que alientan a subir no más de dos imágenes por día con el hashtag #micasamimadriguera y etiquetando a @fotocluburuguayo, que cuando termine la cuarentena, hará una selección del material.