El 5 de junio pasado, Día Mundial del Medio Ambiente, el movimiento No Más Colillas cumplió un año y se planteó como objetivo desarrollar un sistema de recolección eficaz, que pueda implementarse tanto en el sector público como en el privado. “Por medio de la recolección y la concientización buscamos reducir la contaminación generada por estos residuos y desestimular el consumo de tabaco en nuestro país. Según la última estadística, 20% de la población adulta consume tabaco –unas 400.000 personas–. Si consideramos que un fumador promedio consume hasta diez cigarrillos diarios, por día se desechan cuatro millones de colillas. Cada una puede contaminar hasta 50 litros de agua”, argumentan.
Al principio, con el apoyo de voluntarios, empezaron fabricando ceniceros a partir de bidones; pero la experiencia no los convenció. “Tiempo después conocimos Teko, un proyecto de economía circular financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y patrocinado por la Cámara de Industrias del Uruguay, que busca reducir la contaminación generada por las colillas. Ellos ya estaban desarrollando unos ceniceros para vía pública, y nos invitaron a participar en un plan piloto junto con la Intendencia de Maldonado, que consistió en la colocación de más de 150 ceniceros entre los municipios de Punta del Este, Piriápolis y Maldonado”, relatan.
Luego de varios meses de trabajo, acordaron una estrategia en común que implica la fabricación de ceniceros de pie (ya colocaron el primero en el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente), colilleros portátiles sin olor y recipientes para hogares. “Queríamos evitar que las colillas de cigarros que se generan en el hogar terminen en la basura, por lo que pensamos en recipientes para reciclar y en un servicio voluntario de recolección semanal. Respecto de estos residuos, Teko desarrolló un proceso innovador que permitirá reciclar las colillas para fabricar productos, y está cursando un programa de validación técnica”. Para seguirlos en redes: @nomascolillas_uy.