El sábado hubo un acto oficial en el kilómetro 124 de la ruta 23 (San José), ya que la estación ferroviaria de Mal Abrigo fue declarada Monumento Histórico Nacional. Esta decisión es consecuencia de las iniciativas que desde hace unos años llevan adelante un grupo de vecinos para poner en valor el lugar y rescatar el patrimonio ferroviario. El enclave es hoy un punto de interés cultural y turístico gracias a ese trabajo comunitario, consideraron tanto el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, como el director de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, William Rey.
Una breve reseña del lugar señala que Mal Abrigo surgió como extensión de las líneas de ferrocarril que unieron San José de Mayo (capital del departamento) con las localidades de Rosario y Puerto Sauce en agosto de 1899. Tres años después comenzó a funcionar la línea Mal Abrigo-Mercedes. Las tierras que ocupó la estación fueron adquiridas en 1898 por la compañía del Ferrocarril Central del Uruguay. En diciembre de 1899 se crearon las primeras cinco manzanas del poblado y las primeras calles. En 1907 comenzó a funcionar la escuela pública 60. En 1931 se instaló la Junta Local y en julio de 1935 se presentó al Parlamento un proyecto de ley por el cual se elevaba a la categoría de pueblo con el nombre Manuel Artigas (el proyecto fue aprobado, pero no fue sancionado). El pueblo se amplió gracias a las viviendas de Mevir inauguradas en setiembre de 1977.
El origen del nombre Mal Abrigo ha sido erróneamente adjudicado al sacerdote Dámaso Antonio Larrañaga, precisa el comunicado ministerial, ya que en su Diario de viaje de Montevideo a Paysandú el prelado cita un paraje similar.