La sede principal del Mercado de los Artesanos, ubicada frente a la plaza Cagancha, tiene dos pisos amplios y luminosos. Arriba hay varias áreas en las que, antes de la pandemia, se enseñaban alrededor de 15 disciplinas y oficios diferentes, un espacio para clases de tango, una biblioteca y un sector en el que montan muestras de artistas. Este mes, por ejemplo, expuso Fernando Martiarena, quien cubrió la marcha del 8M de 2018.

En la parte de abajo está lo que se ofrece a la venta: casi 200 tipos diferentes de artesanías y artículos hechos a mano con materiales muy variados y creativos, que van desde cuero, alpaca, fibra y madera hasta arcilla y diferentes tipos de cera.

La segunda sede se sitúa en la zona del Mercado del Puerto, abrió en 2015 y su fuerte supo ser la llegada de los cruceros, ya que esos visitantes eran los que más compraban. A causa de la pandemia y la baja de ingresos al país cerró momentáneamente, y ahora abre sólo los fines de semana y en algunas fechas especiales. El lugar no pertenece a los artesanos; funciona allí un convenio con la Intendencia de Montevideo.

La Asociación Uruguaya de Artesanos cumplió 39 años en febrero. “Es el resultado de la primera feria que se hizo durante diciembre de 1982 en este mismo lugar”, contó a la diaria Rosa Lacava, artesana y fundadora del mercado. Llegaron a la casa propia cuando esta fue subastada y adquirida por el cine Metro, con la finalidad de hacer una gran sala de cine, pero luego los empresarios perdieron el interés y pusieron el inmueble en venta. En 1996 los artesanos dejaron esa sede y pasaron al subsuelo de donde ahora se encuentra el Mercado Central (ex Mercado del Inmigrante). “Cuando el cine vendió la casa, un grupo obtuvo un préstamo de un banco sueco que luego pagamos durante 15 años. Eso fue lo que nos permitió comprarla”, recordó, y agregó que en aquel momento no querían dejar el local. Hace apenas ocho años que terminaron de pagarlo. “La casa estaba bastante venida a menos, sobre todo la parte de arriba; la modificamos bastante”, valoró la artesana, y reconoció que haber adquirido el lugar los empoderó. El lugar ahora luce moderno y cuidado.

Lacava es artesana y su marido también. Le gusta tanto su oficio que recuerda hasta los números de registro de ambos en la asociación: “Él tiene el 250 y yo el 860”. Ambos se dedican a la bijou, y ella asegura que a raíz de eso les han pasado muchas cosas lindas. “Un día vino al mercado una mujer con unas caravanas buscando al artesano que las hacía. Eran piezas que tenían 25 años y dio la casualidad de que las había hecho mi marido. Se le había desgastado el aro de enganche de tanto uso. Eran de bronce, un material que se trabajaba hace 30 años. Se las llevé y se las devolví impecables, parecían de oro. Cuando las recibió se le cayó una lágrima; había sido el primer regalo que le hizo su marido, siendo novios”, contó la artesana. Esas son las experiencias que nutren, dice Rosa Lacava. “Hay muchas cosas que te acercan a la gente y que hacen que sea el lugar indicado para hacer un regalo”, agrega.

Según la consultada, desde los comienzos y luego de varias reuniones, se establecieron los objetivos principales que perduran en la asociación: la promoción de la cultura uruguaya a través de la producción y difusión de las artesanías, los contactos y la participación en ferias del exterior (por ejemplo, en España y en Brasil) y esencialmente la vida digna del artesano. Esos son sus pilares: “Que el artesano tenga un lugar en el cual desarrollar su actividad, además de poder vender sus artesanías, es el mayor logro”, dice.

El Mercado de los Artesanos.

El Mercado de los Artesanos.

Foto: Federico Gutiérrez

Hechos acá

Los requisitos para entrar a la asociación son tener determinado nivel de producción y comprobar que quien se registra es el autor de las piezas. “A los artesanos que ingresan los supervisa, por medio de la presentación de muestras, una comisión que tiene un jurado, más visitas al taller que permitan comprobar que quien vende es también quien elabora”, detalló. Por ser integrantes, pagan alrededor de 200 pesos por mes y lo que describen como una modesta suma por las ventas en el mercado. También tienen otros beneficios: préstamos que se otorgan a los artesanos para cuestiones de salud, por ejemplo, para tratamientos de ortodoncia o recetas de lentes, para compra de materiales, y tienen dos médicas asignadas que los atienden. “Se intenta cubrir todas las necesidades que podamos tener”, agrega Lacava.

Además de las ventas, en el Mercado, que ahora cuenta con alrededor de 180 artesanos, se brindan talleres a los que cualquier persona puede asistir: macramé, madera, dibujo y pintura, cerámica y tai chi eran algunos de ellos. Luego del parate de 2020, por ahora, sólo funcionan dos: alfarería y vitreaux. Rondan los 1.500 pesos mensuales, en tanto que el encuentro literario que ocurre en la biblioteca del piso superior es de acceso gratuito. “Pensamos seguir agregando más y volver a la cantidad de talleres que teníamos antes”, adelanta Lacava.

Consultada sobre el cambio que significó para sus compañeros y para ella contar con un lugar propio y formar una asociación, manifiesta alegría, porque hasta 1983 se veía a los artesanos exponiendo sus cosas en el piso de una plaza. Aunque ahora eso sigue pasando, la diferencia es que antes no estaban bien vistos y a veces eran corridos. “Desde que nos unimos nos ayudamos entre nosotros, tratamos de que el lugar del artesano se mantenga siempre en alto”, resume.

Por último, pide fomentar la compra de productos artesanales, porque permite volver a encontrar a quien lo hizo, cuando se lo necesita, y además se trata de artículos nacionales. “Algunas veces llegan personas con listas de regalos que vienen a buscar especialmente. Eso es hermoso”, concluye.

Para visitar el Mercado: en la sede central de la plaza Cagancha, de lunes a sábados de 11.30 a 18.30. El local de Pérez Castellano y Piedras abre los fines de semana y algunos días especiales de 11.00 a 17.00. Por información sobre talleres: 2901 0887 y 099 658 150.


Diseño italiano, pasado y presente

¿Cómo se vincula el diseño contemporáneo con el trabajo de los maestros italianos del siglo pasado? Esa interrogante será el eje del seminario con Giorgio Biscaro, considerado uno de los diseñadores italianos más eclécticos, en un debate sobre la metamorfosis del diseño de su país a lo largo de la historia. Será mañana, miércoles 23 de marzo, a las 13.30, por Zoom y hay que anotarse en ladiaria.com.uy/Ugt.

Biscaro se graduó en la IUAV Venezia y actualmente divide su tiempo entre la dirección de arte, el diseño de interiores, la docencia y la consultoría para empresas e instituciones internacionales.

Fieltro al derecho y al revés

“Nos encanta hacer con las manos”, declaran desde La Pasionaria Universo Creativo para anunciar el regreso de sus talleres. A partir de abril Paulina Gross invita, por ejemplo, a trabajar el fieltro amasado hasta lograr un tapiz de colgar con madera recuperada. La clase presencial será el sábado 2 de 10.00 a 13.00 y de 15.00 a 18.00. El taller está abierto tanto a quienes se inician en la técnica como a estudiantes que busquen profundizar en ella. Cuesta 1.800 pesos con materiales incluidos. Por consultas: [email protected].

Ecocentro itinerante ahora en el Cerro

El ecocentro itinerante es un módulo de recepción de materiales reciclables que se instala semanalmente en un barrio distinto. No llega solo; cuenta con personal capacitado para brindar apoyo a los vecinos que se acercan a depositar sus residuos domiciliarios para darles un mejor destino.

En la terminal del Cerro, ubicada en la calle Pedro Castellino, el dispositivo funcionará hasta el domingo 27 en el horario de 12.00 a 18.00. Allí se reciben 15 fracciones distintas de materiales valorizables que son pesados y clasificados para asegurar su gestión de forma adecuada. Se puede depositar vidrio, textiles, pilas, lámparas, tapitas de plástico, papel, cartón, aceite usado y otros reciclables.

Salida guiada por arquitectura de Aguada

Como parte del ciclo Arquitecturas Eclécticas, el sábado 26 de marzo se realizará una visita guiada en la zona de la Aguada. El encuentro está fijado para las 10.00, puntual, en la escalinata de la basílica Nuestra Señora del Carmen (Iglesia de la Aguada, Av. Libertador 2022). El recorrido y la puesta en contexto tendrá una duración aproximada de tres horas, en compañía del fotógrafo Ramiro Rodríguez Barilari. Aunque la actividad no tiene costo, para asistir hay que completar un formulario disponible en ladiaria.com.uy/Ugs.

Convocatorias del proyecto Impulsa Industria

Enmarcadas en el proyecto Impulsa Industria, la Cámara de Industrias del Uruguay lanzó dos convocatorias para potenciar el desarrollo de las empresas industriales, en una iniciativa que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional.

Una de ellas es la Aceleradora de Empresas Industriales, que busca transformar los emprendimientos del sector en escalables y sostenibles mediante la sinergia con industrias consolidadas. Mentorías, capacitaciones y asistencia técnica forman parte de este programa, que pone foco en hacer crecer los nuevos emprendimientos. Los interesados en participar en esta nueva edición tienen tiempo para inscribirse hasta este jueves inclusive en www.impulsaindustria.com.uy/cuarta-convocatoria-aceleradora-de-empresas-industriales.

La otra propuesta, Industria 4.0, busca brindar apoyo a las pymes en su transformación digital para que puedan acompasarse a los cambios tecnológicos y de consumo. En esta alternativa las empresas trabajan junto a expertos en tecnología y estrategia que durante tres meses ofrecen su ayuda para detectar oportunidades de incorporación de tecnología para la mejora de procesos, productos, gestión y/o comercialización, derivando en un diagnóstico completo y la creación de un Plan de Transformación Digital a medida.

La convocatoria está abierta hasta el 31 de marzo inclusive en www.impulsaindustria.com.uy/septima-convocatoria-industria-4-0.