Lugares antiguos o abandonados de Villa Colón, algunos incluso pese a haber sido declarados bienes patrimoniales, están en el foco de una media docena de vecinos preocupados por su entorno. En nombre de ellos, Hebert Coutto cuenta que la inquietud empezó a cobrar forma a principios de 2021, cuando un árbol centenario de la plaza 12 de Octubre, un eucaliptus, se desplomó. Coutto estima, de acuerdo con las lecturas que hizo, que formaba parte de una gran plantación (en los documentos figura una cifra tan exagerada como un millón de árboles) que provenía de la quinta de Buschental. Desde entonces crearon diversas cuentas en redes sociales para organizarse, sumar fuerzas y apoyos en pos del barrio, que para estos efectos consideran en sentido amplio, desde el viejo Pueblo Ferrocarril hasta Lezica y Colón.
“La idea es poder recuperar esos lugares, especialmente uno que nos interesa mucho: el hotel Giot, que lleva el nombre del francés que fue el fundador de Villa Colón y hace años está tapiado. Hicimos una nota para la intendenta, estamos esperando resoluciones sobre ese tema”, resume este electricista nacido en Casavalle pero educado en la escuela Nº 185 de Lezica. Luego de trabajar algunos años en el interior del país, vinculado a la arquitectura, al volver a la zona notó muchos cambios negativos en aquellos puntos que de niño solía recorrer en bicicleta, y junto a otros vecinos busca revertirlos.
La asociación aún no está totalmente formalizada y está abierta a incorporaciones, sean o no residentes en el lugar. Entretanto, la media docena de integrantes se presentó al Presupuesto Participativo apuntando a la reforma de la plaza 12 de Octubre, una obra que se está ejecutando, pero que no alcanza para solventar todas las necesidades del espacio. “Los fondos son destinados a una renovación de la plaza, hay una promesa de incorporación de juegos, que vienen de Chile, y caminería interna”, relata Coutto, que la describe como un sitio “enorme, que ocupa prácticamente dos manzanas”, y valora esta primera etapa. “Es un avance y ayuda a que los vecinos se empoderen del lugar”. Celebra que próximamente los usuarios puedan desplazarse por allí en patines y adelanta que serán los lugareños quienes se encargarán de la forestación. “En todo este tiempo se habrán plantado diez, 12 árboles. Queremos recuperarlos porque es un lugar ideal para que los vecinos descansen y para que los gurises que salen del liceo se junten ahí y hagan deporte”.
Entre las prioridades detectadas en la zona, este grupo también cita un espacio cercano al castillo Idiarte Borda, conocido como “los portones de Giot”: “Fueron la primera construcción civil urbana que hubo dentro de Villa Colón. Son seis pilares, los restos de un portón. Queremos reciclarlo y que también se haga una placita, porque es un lugar un poco peligroso de noche, hay muchos matorrales”, indica. “Vamos de lo más abandonado a lo más urgente”, dice, aunque no descartan “darles una mano” a quienes trabajan en el Idiarte Borda: “Sabemos que están haciendo un sacrificio grande. A veces no entendemos los términos jurídicos y por qué hay cosas que se pueden hacer y cosas que no. Capaz que más allá de eso, aunque funciona muy bien, el tema es que tiene un deterioro edilicio importante y el problema son los montos”. La parquización en los alrededores del hospital Saint Bois es otro objetivo de estos vecinos.
En cuanto a lo comercial, como señala el consultado, la popularmente apodada plaza Colón sigue siendo lo más movido y en Lezica el entorno del colegio Pío y los supermercados de la vuelta son socialmente los que congregan. “No hay un lugar de reunión específico, excepto el gimnasio, un polideportivo que se hizo hace dos años, que tiene un movimiento importante y donde de vez en cuando se hace alguna actividad. La idea con el hotel Giot era hacer una especie de museo, porque era una zona vitivinícola, de productos de granjeros. Ahora es un barrio de obreros, de gente de laburo, pero queremos tratar de conservar los lugares. Hemos visitado, por ejemplo, la quinta de Mailhos o lo que era la bodega de Francisco Vidiella, que está en ruinas. Vemos que hay muchos sitios abandonados y perfectamente podríamos armar un museo de la zona, ponerla en valor, porque la gente de Villa Colón está muy arraigada, hay una identidad del barrio”.
Para unirse a la asociación hay distintas vías: Instagram @villa_colon_150, que conmemora el “sesquicentenario de Pueblo Ferro-Carril (22 de agosto de 2022) y Villa Colón (1º de diciembre de 2022)” o a través del Whatsapp: 095 143 181.