Hace muy poco tiempo, a través de Pablo Vidal y Natalia Larrañaga, quienes coordinan las jornadas de juegos mensuales en Sala Emilia, conocí un juego de un magnetismo incomparable: Root. Pese a su complejidad, decidimos presentarlo en una de las jornadas y miento si no digo que despertó pasiones y hasta fanatismos.

Root encanta por su originalidad, el diseño de Cole Wehrle es admirable y el arte de Kyle Ferrin es de una belleza incomparable. Las criaturas que aparecen en las cartas, el diseño del bosque arbolado donde se desarrolla la acción, el tablero reversible, los animalitos de enormes ojos que se desplazan por los caminos, la paleta de colores y la calidad de sus materiales acompañan hermosamente el brillante planteo de este juego publicado en 2018 por Leder Games y editado en español por 2 Tomatoes Games.

A todas las personas que conozco que gustaban o gustan de jugar al War o al T. E. G. les digo “Root te va a encantar”. Es un juego de aventura y guerra en el que representarás a una facción de animales y lucharás por demostrar que es la que merece gobernar la Tierra de los bosques. Al igual que en War o en T. E. G., conquistarás territorios (en este caso claros del bosque) y también lucharás por defenderlos, a través de combates con dados de 12 caras y cartas que tuercen el destino. Si en este momento estás pensando “entonces se parece a otros juegos”, ya te digo que Root es otra historia.

Conejos, zorros y ratones (que son además los palos de las cartas del juego) viven en paz y tranquilidad, hasta que una batalla se desata en su tierra y deciden conformar la Alianza del bosque para luchar contra la Dinastía del nido de águilas, antiguos dominadores del bosque, que buscan recuperar el poder que les arrebatara el Marquesado de los gatos. Mientras tanto, el Vagabundo, un contrabandista que se mueve haciendo trueques, buscará cumplir objetivos propios, atravesando los caminos de esta agitada tierra. En los peones de madera que se mueven sobre el tablero sólo podemos ver las siluetas de los animales y sus grandes ojos, pero las cartas a todo color nos permiten disfrutar de los personajes en todos sus fascinantes detalles. Hasta acá, nada que no podamos encontrar en otro juego. Entonces, ¿dónde está el tan comentado encanto de Root?

Su magia radica en el hecho de que se trata de un juego “asimétrico”. Esto significa que en una partida todas las personas juegan de diferente manera. Cada facción posee sus propias mecánicas y elementos para desarrollar la partida de forma radicalmente distinta a la del resto, con algunos puntos de encuentro, como por ejemplo los combates. Yo, que soy una jugadora principiante, sólo sé manejar el Marquesado de los gatos y como no tengo claro todavía cómo se mueven las otras facciones, nunca sé por dónde me van a atacar, porque una de las cosas más vertiginosas de Root es la dificultad para prever lo que otra persona va a hacer. Quienes se dedican realmente a jugar este juego conocen, estudian y practican todas las facciones, porque para ganar no sólo hay que saber moverse, sino también saber cómo se mueve el resto. Por suerte, en los tableros de cada facción vienen muy bien explicadas las acciones posibles y todos los pasos que se pueden dar durante un turno.

Maravilla sin techo

Las admirables personas que tienen la paciencia suficiente para enseñar Root deben explicar el juego de cuatro maneras distintas cada vez, al menos en su edición base, ya que también existen expansiones (nuevas cajas con nuevos personajes, tableros y facciones). No es el objetivo de esta nota explicar cómo se juega Root, cosa que sería imposible en este espacio, sino simplemente presentarlo. Por lo tanto, vuelvo a recomendar el canal de Youtube “La mesa de Dam” donde se explican muy bien las generalidades de Root y también hay un tutorial específico para cada facción. Si ya conociste Root y tenés ganas de jugarlo, aprovecho para contar que en el local de Sparta Board Games funciona un Club de Root, coordinado por Pablo Figoli (nuestro campeón nacional de Carcassonne) que se reúne semanalmente y, además, en el mismo lugar se realizan, cada dos o tres meses, las conocidas Rooteadas. Basta con acercarse al bello local de Sparta, preguntar y, por qué no, adquirir tu primera caja de Root.

Este juego es una sencilla maravilla, que no tiene fondo ni techo, siempre hay algo más para saber de la Tierra de los bosques. Se recomienda a partir de los diez años, se puede jugar entre dos y cuatro personas, las partidas tienen una duración estimada de 90 minutos y tiene un precio promedio de $ 4.970 pesos (les aseguro que lo vale). Se puede adquirir además en Montevideo Gaming House, otro precioso local donde también estarán encantados de enseñarte a jugarlo. Mientras tanto, yo seguiré estudiando las facciones que me falta aprender para poder batallar mejor en la Tierra de los bosques.