El 18 de diciembre, fecha en la que se conmemora el Día Internacional de las Personas Migrantes, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, culmina el Mes de las Migraciones, pero hasta entonces siguen las actividades para celebrar y reflexionar sobre el tema.
El objetivo es hacer visible la llegada de las poblaciones migrantes como un hecho enriquecedor para la ciudad y su cultura. Se trata de propuestas formativas y recreativas sobre la movilidad humana, la interculturalidad y los derechos humanos. Organizada por la Secretaría de Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes, el Museo de las Migraciones (MUMI), la Red de Apoyo al Migrante, el Municipio B y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la programación busca promover una sociedad libre de racismo, xenofobia y cualquier otra forma de discriminación. A lo largo de este mes se busca considerar especialmente la situación de las personas migrantes que enfrentan mayores obstáculos para el ejercicio de sus derechos, como mujeres, niñas, niños y adolescentes, colectivos racializados e identidades LGTBIQ+.
Comunidades y retrospectiva “aérea”
En ese marco, este viernes de 18.00 a 23.00 y el sábado de 16.00 a 23.00, se despliega la edición número 14 de la Fiesta de las Migraciones en el MUMI (Piedras esquina Bartolomé Mitre). “Como siempre, es una fiesta para la diversidad cultural, para la cohesión social, en la que participan muchas comunidades y emprendimientos de personas migradas recientemente”, afirmó Luis Bergatta, director del MUMI. “Lo lindo del escenario es que uno puede ver la multiplicidad de expresiones identitarias que configuran nuestra identidad hoy y que van articulando las identidades que se fueron formando en estas nuevas tierras a partir de la inmigración más histórica –podríamos hablar de la europea, por ejemplo, pero no solamente– y después con la migración contemporánea, que es más latinoamericana, y hay también un componente africano, a escala de lo que es Uruguay, presente en las migraciones, que es importante”.
Coincidiendo con el inicio de la fiesta, el viernes en el MUMI habrá dos inauguraciones: por un lado, dos murales más que se suman al espacio. La convocatoria fue realizada mediante concurso abierto, con la idea de “representar mejor a nuestra sociedad”, apunta Bergatta, ya que la edificación solamente comprendía un mural que evocaba la migración europea de principios del siglo XX. Uno de los frescos reflejará ahora la movilidad forzada y la identidad afrouruguaya, mientras que el otro buscará representar el origen latinoamericano. “Nos quedará para una próxima oportunidad hacer uno para los pueblos originarios”, indicó el jerarca. Sin embargo, la agenda anual, el ciclo “Montevideo de quien la vive y de quien la sueña”, cerrará con dos actividades que los implican: Inambí. El futuro es ancestral, una exposición colaborativa en la que participan integrantes de comunidades indígenas, y Visibles, de Nacho Seimanas y Rosana Greciet.
Además, el viernes 13 será un día clave para el MUMI porque dará a conocer “la primera exposición aérea de Montevideo”, según la anunció el director del museo. “En la parte alta, sobre el techo, instalamos todo un sistema de barral automatizado. Entonces nos permite hacer exposiciones y ampliar el área arqueológica donde funciona el complejo cultural; ahí vamos a inaugurar la exposición Comunidades, una retrospectiva del trabajo que hemos venido haciendo desde 2021 con las muestras con diferentes comunidades en Uruguay”, resumió.