La Intendencia de Montevideo tiene al deporte como una de sus principales apuestas para llegar a diversos sectores de la sociedad. Pero sus propuestas e intenciones no son solamente con un fin de entretenimiento. La idea va mucho más allá de planificar una actividad o inaugurar una plaza de deportes para que niños y/o adolescentes corran detrás de una pelota.

En las políticas de la comuna hay una mirada que busca relacionar al ejercicio físico con el concepto de una vida más “sana y en movimiento”, pero que pueda lograr que una disciplina, sea fútbol, básquetbol, gimnasia, ajedrez u otras, sean el camino que permita construir inclusión social, que tenga entre sus resultados a la población interactuando entre sí, a través de esas opciones que brinda el gobierno departamental.

Una de las responsables de esos planes-objetivos es Silvia Pérez, directora de la Secretaría de Educación Física, Deporte y Recreación de la Intendencia de Montevideo. En diálogo con la diaria, explica que esta secretaría tiene programas históricos. “Uno es el denominado ‘Programa para personas mayores’, otro es para personas con discapacidad, y otro son las escuelas de iniciación deportiva”, comenta.

Sobre el programa de adultos mayores, uno de los “buques insignia”, resaltó que a esta población se les brinda actividad física como gimnasia, caminatas e hidrogimnasia en distintas plazas de deportes. “Sucede que la gran mayoría de los clubes están en terreno municipal. Entonces, como contraprestación, se brindan horas en piscinas, y se dictan clases de hidrogimnasia. Este programa tiene mucha importancia, no sólo por las actividades deportivas, sino porque tiene un gran valor social, porque hay mucha gente mayor que está muy sola”.

La iniciativa brinda otras opciones, como participar en la “bingo-chocolatada”, y en bailes también, que en ocasiones y por diversos motivos se realizan de tarde, lo que tuvo aceptación y participación de las personas de la tercera edad. Acotó que “este programa cumple una labor de inclusión que es muy importante”.

Además de los programas, hay eventos clásicos, como la maratón de Montevideo y la carrera San Felipe y Santiago. Vinculado a eso, Pérez recordó que cuando Carolina Cosse le ofreció el cargo hace dos años y medio, le habló de dos necesidades. Una, que la maratón recorriera los barrios de Montevideo en lugar de correrse por la rambla. La otra era la necesidad de llevar el deporte y la recreación a los barrios más vulnerables, “porque cuando ella visitaba los barrios, madres y padres le reclamaban a Cosse una plaza o espacio para que los gurises hicieran actividades”.

Acerca de cómo se ejecuta uno de los planes, hizo hincapié en el programa que se llama “ABC + Deporte en territorio”, y que la Intendencia logró un convenio por pasantías remuneradas con el Instituto Superior de Educación Física (ISEF). El acuerdo ya tiene dos años de vigencia, y gracias a este, la comuna cuenta con estudiantes que están a punto de recibirse, y con otros ya recibidos que realizaron prácticas comunitarias. “Con 32 pasantes que abarcaron ese primer convenio, se llegó a barrios más carenciados y vulnerables con propuestas de recreación y deporte. Fue una experiencia maravillosa”, dijo.

Los pasantes que están actualmente terminan su vínculo en setiembre, porque estaban por dos años, y luego ingresarán otros en su lugar. “Nos reunimos con ellos una vez por mes, y nos cuentan sus experiencias. Quienes se van en tres meses están tristes porque establecieron vínculos con niños y/o adolescentes que no solamente son carenciados económicamente, sino también afectivamente. En estas experiencias no se trata sólo de acercar y promover propuestas. Además, pasa que hay personas que no quieren y no pueden salir de sus barrios. Les cuesta”, afirmó.

La directora expresó que “el deporte es muy importante para combatir desigualdades, y es clave en la inclusión social. Esto no es sólo acercar el deporte y la recreación a niños, adolescentes y jóvenes. Por ejemplo, se han organizado y concretado paseos, como ir a ver un partido de la selección al estadio Centenario, partidos de rugby en el estadio Charrúa, salidas al Parque de la Amistad. Eso es también sacarlos del barrio para que vean y conozcan otras realidades y lugares”. En verano, y con referentes del barrio o municipio trabajado, se lleva a los niños a las playas, algo que no siempre pueden hacer con sus núcleos familiares.

Relató que tiene presentes a “niños que cuando iban en el ómnibus de noche rumbo al estadio Centenario, miraban con sus ojitos por las ventanillas, porque nunca habían salido del barrio, y menos de noche. La idea es también que ellos tengan esas experiencias. Estoy convencida de que con este programa estamos poniendo un granito de arena en la vida de esos niños”. 

Por su parte, y en referencia al programa que vincula al básquetbol con la NBA, explicó que “es un convenio que se hizo con la NBA. Este programa de la NBA existe en varios países para realizar las formativas con niños-adolescentes. Lo que pretende la NBA es enseñar el juego y transmitir valores. En Montevideo se hizo por primera vez con barrios y municipios, y ahí se juega, porque, por lo general, en otros países la NBA firma un convenio con la Federación o con clubes. Ha sido un éxito impresionante”.

Entre las iniciativas que se llevan adelante, la secretaría cuenta en toda la ciudad con unas 20 escuelas de skate boarding. La participación es gratuita y está habilitada a personas de todas las edades. Está dentro de las actividades que se presentan y desarrollan por intermedio del programa “ABC +Deporte y Cultura”, que llega a los distintos barrios o municipios. En esta actividad, Pérez comentó que en distintas zonas de la capital participan más niñas que varones, algo que ha llamado gratamente la atención.

Otro programa de inclusión es uno que se ejecuta sólo en verano, y consiste en que 95 profesores y recreadores realicen actividades para personas de todas las edades en playas y parques. Esta propuesta es parte de la Secretaría de Deportes también.

Básquetbol: juego, enseñanzas e integración

El convenio con la NBA, y el Torneo Junior NBA, es uno de los “íconos” a nivel deporte e inclusión que tiene la Intendencia. Y hablar de ícono simultáneamente es hablar de Luis Bicho Silveira, quien con una amplia trayectoria en esta disciplina se convirtió en referente para niños, niñas, adolescentes y jóvenes que lo practican.

Silveira le contó a la diaria que ya hace casi tres años que llegó al área de Secretaría del Deporte de la Intendencia, y una de las primeras tareas que se le propuso fue coordinar el Torneo Junior NBA. Comentó que esta iniciativa en Uruguay se desarrollaba en colegios y clubes, lo que permitía básicamente participar a aquellos que podían pagar la cuota de un colegio privado o de una institución deportiva.

Resaltó que en ediciones anteriores, cada colegio o club era un equipo, y que esos eran los que participaban en el Torneo Junior NBA, pero que el acuerdo alcanzado permitió “que el básquetbol y el deporte sean un derecho para todas y todos, y a partir de ahí se planificó la integración” de barrios y municipios. Recuerda que a la hora de planificar, crear un certamen con clubes o con niños-adolescentes de escuelas deportivas que no tuvieran nociones básicas del juego “no era una opción”, por lo que buscando inclusión, se comenzó a llegar a los barrios.

Ya con las ideas claras, se intentó replicar el formato que utiliza la NBA en Estados Unidos (15 equipos del Este y 15 del Oeste). Entonces, se dividió la ciudad y se seleccionaron 15 equipos pertenecientes a los municipios del Este y la misma cantidad del Oeste, tanto en la rama femenina como masculina. Todas las ediciones hasta la fecha se disputaron de enero a marzo, esto para que los participantes tengan tiempos para entrenar y disputar los partidos. Las edades para integrar un equipo van de diez a 14 años –como máximo–. Las finales se juegan en el Antel Arena.

“Buscamos que sientan la magia de la NBA. Vamos a los parques y plazas de la ciudad, de los ocho municipios existentes, y organizamos y presentamos un espectáculo en cada lugar. Ya estuvimos presentes en unos 40 lugares. Llevamos tableros electrónicos, presentación olímpica, les entregamos agua, bebidas energizantes, fruta y hasta los uniformes. De esa forma, logramos que niños, niñas y adolescentes de escuelas deportivas de distintas zonas puedan formar parte del torneo. De esa manera los incluimos e integramos”, explicó Silveira.

En referencia a las inscripciones, dijo que son de manera colectiva o individual, lo que permite que la exclusión no exista, y a la vez equilibrar los equipos y el propio certamen. Por su parte, acerca de los objetivos de administración municipal, señaló que uno era mejorar la participación femenina, ya que en la primera edición fue 85% de hombres y 15% de mujeres. En el primer año hubo 16 equipos, en el segundo asistieron 26 y en la edición 2024 ya hubo 30 equipos femeninos, al igual que de varones. Cada equipo tiene siete componentes.

Pero cada equipo participante no se queda sólo con siete jugadores. Hay una lista de niñas y niños que se inscribieron de manera individual, y lo que ahí hacen los coordinadores que llevan adelante el programa y el torneo es compensar la cantidad de participantes y las edades. Si un equipo tiene siete integrantes entre los 13 y 14 años, se le agrega alguno menor a esa edad. Adelantó que la Intendencia ya está programando la edición del año 2025.

Silvera destacó que una de las ideas, con la realización del Torneo Junior NBA, es que los participantes y sus familias “se apoderen del espacio público”. Explicó que entre fines de marzo y diciembre, desde hace dos años, se ejecuta el programa “ABC + Deporte y Cultura”, donde se diagraman y desarrollan escuelas de básquetbol y torneos de 3 x 3 en la calle –se disputan por categorías–. “Eso hace que no nos perdamos tantos meses”, comentó. Sobre las escuelas, recalcó que en el caso del básquetbol, “si no enseñás gratuitamente las reglas básicas, no las van a aprender, y eso es lo que se busca con estos espacios”.

Pero el básquetbol como deporte y “herramienta” de inclusión no es propiedad exclusiva de plazas o parques. Silveira recuerda que el 23 y 24 de febrero pasado se desarrolló un torneo de basket playa, dirigido a niños, niñas y adolescentes, en la playa Pocitos. El evento tuvo como objetivo brindar una oportunidad a los equipos que no pudieron acceder al Junior NBA –por una cuestión exclusivamente de cupos, dada la gran cantidad de equipos inscriptos–.

El basket playa, con un gran desarrollo en Europa, especialmente en España a lo largo de los años, alcanzó un gran interés de niños y jóvenes entusiastas de este deporte. Para esta competencia se adoptaron reglas particulares que transforman la actividad en una experiencia que promueve la participación y la actividad física recreativa. La idea es repetirlo en 2025.

Silveira hizo referencia también a lo que significa para los niños, niñas y adolescentes el ganar o perder, pues reconoce que también hay una búsqueda, directa o indirecta y consciente o inconsciente, por lograr la victoria. Señaló que en tiempos en que es tan importante la salud mental, “eso creo que viene de la mano de que cada vez más los niños y niñas tienen menos capacidad de aceptar o superar frustraciones, porque vivimos en un mundo digital en donde todo es un juego, en donde si perdés una vida tengo otra, y siempre ganás, pero el punto es que sabemos que la vida no es así”.

“El básquetbol es un deporte que permite a un niño o niña, en un solo partido, frustrarse capaz que 20 o 30 veces, ya que si ejecutás un tiro y fallás, tenés que bajar a defender y marcar enseguida. De esa manera, jugando empiezan a aprender a tener frustraciones, porque si perdiste un partido, hay más encuentros para jugar. Es una de las razones por las cuales en Junior NBA jugamos más partidos de fase regular que de eliminatorias. Es justamente lo que queremos. Lo que cuenta es la superación, y no el ganar sí o sí”, concluyó.