Para finalizar el año, El Galpón estrena una obra de teatro para niños, dirigida por Rodrigo Spagnuolo y a cargo del colectivo artístico Granja de Piratas, conformado por un equipo multidisciplinario que nuclea arte dramático, música, artes plásticas, narrativa y cine. Basada en el mito neopagano de Aradia –la hija de Diana, la diosa romana de la naturaleza (Artemisa en Grecia), que aparece por primera vez en la literatura en 1899 en Aradia o el Evangelio de las brujas, de Charles Godfrey Leland–, plantea un conflicto en un reino aterrorizado por un tirano. Aradia se encuentra con Caramba, un joven ladronzuelo hambriento, y, portadora de un mensaje mágico que proviene de sus ancestros, ayuda a los campesinos a derrocar al tirano y a transitar el camino de la felicidad. De este modo, se construye como una oda al poder solidario de la naturaleza, con una historia que halla sus raíces en el origen del cuento oral Cagliuso o El gato con botas.

Rodrigo Spagnuolo, autor y director de la obra, comenta: “Llegué a la historia por un camino bastante intuitivo, en el que me guiaron varias aspectos. Por un lado, está lo temático, una idea que se podría decir que es panteísta naturalista de la existencia. Algo que ya estaba latente en lo que venimos haciendo con Granja de Piratas. La idea de lo divino en la naturaleza y el universo, la relación que une a los seres vivos, ese equilibrio en el que el amor tiene un rol primordial. A partir de este tema retomo antiguas leyendas de distintas culturas, algunas de las cuales me llevan al paganismo y, en particular, a la diosa Diana, protectora de la caza y la naturaleza, y a su hija Aradia, un personaje que aparece con la capacidad de tomar la forma de un animal a voluntad, con el cometido de ayudar a los desposeídos a librarse de los tiranos, enseñándoles trucos de magia. Por último, está El gato con botas, que es un cuento que ya había adaptado hace unos cuantos años, cuando residía en España, y con el que quería volver a trabajar, para depurar aun más la esencia y la utilidad antropológica del cuento: qué es lo que lo hizo perdurar, cuál fue la motivación de aquellos narradores, por qué se venía contando cuando Charles Perrault lo recopiló a fines de 1600 y le da la forma que hoy conocemos. Todo cerró cuando descubrí varios rasgos y motivaciones en común entre una y otra historia, así como personajes externos que las vinculan, entre ellos el dios Hermes, representado con sombrero de ala ancha y alas en los pies, como el sombrero y las botas del gato”.

Para esta puesta en escena, que tiene influencias del teatro kabuki, el kyogen, la comedia del arte y el clown contemporáneo, la compañía investigó en torno a una técnica que les permitiera transitar con fluidez entre las tres narraciones complementarias que coexisten en escena: el trabajo actoral, las ilustraciones animadas y la ambientación musical en vivo. Tiene, además, un fuerte apoyo en el uso de la luz y en el trabajo con las máscaras.

“Hay proyecciones animadas, ambientación musical en vivo, y un trabajo de actuación inspirado en viejas técnicas que aún existen: comedia del arte, teatro japonés, clown... Antiguas formas de teatro popular a las que llegamos ya sea por una afinidad estética o porque tienen que ver con historias similares a la que representamos: personajes desposeídos que con astucia y coraje se embarcan en una gran aventura que los hará trascender. A su vez, el diseño de iluminación busca hacer dialogar los otros ingredientes con precisión y, desde una perspectiva contemporánea, generar algo de cinematográfico en el efecto resultante. En todas las obras de Granja de Piratas coexisten los mismos tipos de ingredientes –teatro, música, audiovisual–, pero en esta ocasión los distribuimos en proporciones distintas. Si bien hay algunas canciones y una partitura musical interpretada en vivo que acompaña toda la historia, el dispositivo escénico principal de Aradia es netamente teatral, a diferencia de El mágico tesoro de Piu Piu y La conquista del espacio, donde el público se encuentra con un escenario armado para un concierto en el que una banda de rock, hecha de personajes de ficción, hace navegar una historia”, detalla Spagnuolo.

Aradia, de Rodrigo Spagnuolo, por Granja de Piratas. El Galpón, sala Atahualpa, sábados y domingos a las 16.00. Entradas: $ 350 (Comunidad la diaria, 2x1).