El humor en España pasa por un momento dorado. Hay decenas de cómicos de stand-up, programas televisivos en horario central, giras de artistas (bueno, ahora giras virtuales) y, para los que vivimos lejos, miles de videos de todo esto en Youtube.

En ese panorama, hay dos dúos que asoman muy por encima del resto: los catalanes Venga Monjas, de humor surrealista y demencial, y los madrileños Pantomima Full, de una comicidad más serena y basada en la observación de costumbres. Por si no están tan familiarizados con el humor ibérico, vayamos primeros con la recomendación de estos últimos, que no por ser de baja intensidad son menos efectivos.

Lo de Pantomima Full pasa por la parodia de tipos urbanos: el emprendedor, el ciclista, el adicto al trabajo, el salidor, el solitario, el místico, el crossfitero, el fanático de la cerveza artesanal, el de la sidra... Si estuviera ambientada en Montevideo, podríamos pensar que el blanco de la broma sería, en muchos casos, el “nuevo uruguayo” ávido de consumos y experiencias novedosas.

El mecanismo es muy simple: en cada sketch, que apenas supera el minuto, exponen las contradicciones entre lo que dicen estos personajes y lo que el narrador piensa de ellos. Irónico, crítico, despiadado, ese comentario no es oral, sino sobreimpreso en letras tipo “meme” (mayúsculas blancas), con una economía de palabras y una puntería asombrosa. Al final, casi invariablemente, llega la sentencia lapidaria: “vacío”, “cutre”, “cree que es socio”, “sin camiseta en Tinder”.