El baterista de la banda estadounidense Foo Fighters, Taylor Hawkins, fue encontrado muerto en un hotel de Bogotá en la noche del viernes.

“La familia Foo Fighters está destrozada por la trágica e inesperada muerte de nuestro querido Taylor Hawkins. Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con nosotros”, anunció el grupo en sus redes sociales.

La banda se encontraba realizando una gira por nuestro continente que ya los había llevado por Chile y Argentina, donde fueron parte del festival Lollapalooza el fin de semana pasado. El viernes los Foo Fighters debían tocar en el festival colombiano Estéreo Picnic, y luego los esperaban actuaciones en Brasil.

Hawkins se había unido a Foo Fighters en 1997, y asumió la nada fácil tarea de ocupar el puesto de baterista en una banda liderada por Dave Grohl, un baterista famosísimo y muy exigente. El ex Nirvana, ahora desde su rol de cantante y guitarrista, ya había tenido conflictos con los antecesores de Hawkins, pero este se ganó el lugar de miembro estable del grupo.

Antes de unirse a la banda, Hawkins se había desempeñado como músico de sesión para artistas como Alanis Morissette. En paralelo a su trabajo en Foo Fighters, también tocaba con su propia banda, los Coattail Riders. Había nacido en Fort Worth, Texas, en 1972.