Abrazados a una ilusión, cada quien con su bandera y tras la eufórica danza de boletas, la República Argentina vive por estos días momentos de máxima tensión. El domingo 22 de octubre los argentinos sufragaron para decidir, entre otras cosas, el destino social, político y económico de sus próximos cuatro años. Y allí, en esa instancia, se impuso el candidato Sergio Massa con casi un 37% de los votos.
Sin embargo, la diferencia no alcanzó para que el postulante de Unión por la Patria ganara en primera vuelta y, por eso, el 19 de noviembre se dirimirá la elección final con un balotaje con el libertarian Javier Milei. Mientras tanto, el aire se corta con cuchillo: nadie sabe qué pasará finalmente.
Números, guarismos y variables flotan en la cabeza de los candidatos y, en consecuencia, de los electores. Al mismo tiempo que el candidato oficialista enfrenta unos números inflacionarios complicados, apela a demandas populares –seguridad, economía, federalismo- y persigue la idea de un “gobierno de unidad”, el candidato liberal, que salió segundo con 29,98%, tendió puentes con el expresidente Mauricio Macri y sumó la adhesión de un fuerte sector del PRO, aunque pesan sobre sus espaldas algunos dichos desafortunados sobre la dictadura militar, la portación de armas y la venta de órganos, entre otras muchas cosas.
Por todo aquello, ahora mismo, el devenir de los votos de los otros tres candidatos presidenciales está en juego. ¿Se disputarán más apoyos oficiales? ¿Habrá movidas indiscretas? ¿Qué rol tendrá la UCR? ¿Qué pasará con unos y con otros?
El mapa de alianzas sigue cambiando y entre tanto, para aportarle gamificación al momento político, el programador criollo Ignacio Nachi Freiberg desarrolló un simulador de balotaje.
¿Gamificación? Básicamente, llevar el “juego” a ámbitos donde no son para nada comunes. Ahí los usuarios pueden mover los votos de cada espacio político y analizar las variables y combinaciones posibles de cara a la segunda vuelta.
“El simulador de balotaje es una herramienta interactiva para visualizar posibles escenarios de segunda vuelta de las elecciones presidenciales, basándose en los parámetros que elija el usuario”, explica Freiberg.
Metodológicamente, los votos para Massa y Milei se consideran constantes, reflejando los resultados obtenidos el 22 de octubre. “Pero el usuario puede controlar los votos de los demás candidatos (Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman) y de las otras categorías (votos en blanco y nulos)”, sigue el programador.
El simulador, de manejo sencillo e hiperintuitivo, fue desarrollado en lenguaje JavaScript y tiene unos diez deslizadores que van del 0 al 100, que pueden generar más de 110 trillones de posibilidades electorales. “Si generases 1 escenario por segundo, tomaría unos 3,5 millones de años verlos todos”, describe Freiberg, quien despachó al simulador de balotaje en apenas una noche de trabajo.
De hecho, cada tanto, Freiberg se anima y arma alguna pequeña herramienta para visualizar y analizar datos. Aunque, dice, es la primera vez que arma un simulador de este estilo. “¡En Twitter fue furor! Recibí un montón de comentarios positivos. El tuit inicial donde compartí el proyecto ya recibió casi 900.000 visitas. Y más allá de los elogios, y alguna que otra idea para mejorar el simulador, creo que lo más valioso es que mucha gente lo usó, probó, experimentó y compartió imágenes de sus propios escenarios”.
El simulador de balotaje, en efecto, terminó convirtiéndose en su proyecto más conocido. Y, también, en una novedad de estas elecciones 2023. “Hace años vi alguno en la web de algún diario, pero si mal no recuerdo no era tan detallado como el que armé yo”, reconoce el programador.
Gracias a su carácter viral, Freiberg advierte un potencial expandible, vendible o escalable a otras latitudes y geografías: “Estoy considerando dedicarle algo más de tiempo para aplicarlo a las elecciones de otros países, o incluso futuras elecciones de Argentina”.
A la sazón, el Simulador de Balotaje, el proyecto que le dio notoriedad, toma los datos oficiales que figuran en resultados.gob.ar, que al momento corresponden al 98,51% de las mesas escrutadas. Y, obvio, piensa en seguir trabajándolo: “En la medida en que vea que esta herramienta ayuda a promover la reflexión política y el diálogo productivo, seguiré mejorándola y expandiéndola”.
Y a él, ¿qué resultado le dio? Lo tuiteó: 51% para Massa, 49% para Milei. “Igual, la verdad es que podría ganar cualquiera de los dos”, cierra.
Se puede probar en simuladordebalotaje.com