Este domingo falleció el cantante, director de orquesta y compositor Carlos Goberna, fundador de la Sonora Borinquen en 1964. Tenía 82 años y con su conjunto de música tropical había grabado más de 40 discos, además de otra decena de títulos compartidos con distintas bandas; nueve de esos álbumes llegaron a ser Disco de Oro.

Había nacido en 1940 en Barrio Sur, donde de niño ya cantaba en los corsos barriales. Las influencias centroamericanas, sumadas a sus raíces, le permitieron darle un sello propio a la plena uruguaya a través de su Sonora. Antes de eso había armado su propia escola de samba, con la que anduvo bien un par de años, hasta que la música brasilera perdió popularidad.

Según contó en 2021 en Vamo arriba, su segunda idea fue armar una orquesta típica y cantar tangos. “Después dije: '¿Y cuánto me va a durar una orquesta de tango? Yo quiero una orquesta que por lo menos dure diez años. Voy a hacer una sonora'. Empecé a buscar gente, empezamos a ensayar, hice arreglos, empezamos a tocar juntos, y en el año 64, si no recuerdo mal un 28 de febrero, arrancamos con la Borinquen. Y yo quería durar diez años...”.

Consultado por la vigencia del conjunto, agregó: “Nunca me aburrí de la orquesta. Siempre la disfruté. Veo disfrutar al público bailando, y el público no se da cuenta de que yo disfruto más que ellos”. La decana está compuesta por diez integrantes: tres trompetas, bajo eléctrico, teclado, timbales, congas y tres cantantes.

Además de su carrera musical, Goberna fue referente de numerosas instituciones relacionadas con el ámbito artístico, como la Asociación General de Autores del Uruguay o la Asociación Uruguaya de Músicos. Esta última destacó en su despedida a Goberna “su persistencia con la música en vivo de una banda numerosa, que supo mantener y defender con la orquesta más longeva de la música tropical a la uruguaya”.

Sonora Borinquen, durante una actuación en la discoteca Macarena, en Montevideo (archivo, febrero 2013).

Sonora Borinquen, durante una actuación en la discoteca Macarena, en Montevideo (archivo, febrero 2013).

Foto: Ricardo Antúnez, adhocFOTOS

En 2012 fue declarado Ciudadano Ilustre de Montevideo, marcando un hito dentro del género. Tras recibir la distinción, en conversación con Subrayado, se mostró agradecido: “Primero, en forma personal, por el reconocimiento, que es personal. Y en segundo lugar por la gente que empezó esta música, mis antecesores, que muchos de ellos ya no están, pero que hoy estarían muy contentos de ver que finalmente la música tropical ha sido reconocida”.

“Yo soy el primero, y ojalá no sea el último de este género. La música tropical capaz que es un poco la Cenicienta del ambiente musical uruguayo. Un poco porque siempre vino de las clases medio bajas, y otro poco porque la Cenicienta tuvo la suerte de poder casarse con el príncipe”, agregó.

En 2018 la banda realizó dos espectáculos en el Auditorio del Sodre, titulados Borinquen de gala, con trombones, saxos, violines, violas y coristas, sumados a los diez músicos. “Fue por la necesidad de seguir marcando la diferencia, porque en Uruguay nunca se había hecho algo así, entre la tropical y lo sinfónico, pero además porque el Auditorio es el mejor lugar para tocar”, contó Goberna a la diaria en ese momento. Agotaron ambas fechas y un año más tarde se presentaron en el teatro Solís junto a la Banda Sinfónica de Montevideo, con Nostalgia de Borinquen.

El viejo de la tribu

En 2012 Diego Recoba pasó una noche con la Borinquen y en su crónica decía de Carlos Goberna: "El Goberna grande es, no sólo por la edad, el viejo de la tribu. Al frente de la orquesta, es una presencia que avasalla: cuando canta hechiza sutilmente, cuando no canta y se corre a un costado es inevitable no mirarlo. Quiere estar en todos los detalles, en medio del show conversa con los utileros para mejorar el sonido, le tira la cuenta a la banda, ajusta el tempo de cada tema, corrige o arenga con miradas a un instrumentista, anuncia sobre la marcha y a puros gestos el próximo tema de un enganchado. Cosa extraña: la Borinquen no tiene enganchados totalmente cerrados y prefijados. A una señal de Goberna se inserta como por arte de magia un tema inesperado". A partir de esta crónica, en 2015 Recoba y el fotógrafo Agustín Fernández publicarían ¡Hasta Borinquen! Medio siglo de la decana (Estuario).