For That Beautiful Feeling, de The Chemical Brothers

De todas las bandas que se forjaron en el big beat –la movida de electrónica que tuvo su auge, más que nada, en el Reino Unido de los 90–, el dúo The Chemical Brothers ha sido uno de los más consistentes, coherentes y artísticamente interesantes. Desde su álbum debut, Exit Planet Dust (1995), el dúo se ha mantenido presente, con discos y giras –e incluso una visita a nuestro país, en 2015–, y hace pocos días editó su décimo trabajo: For that Beautiful Feeling. Después de una corta introducción, de rigor, con “Live Again”, ya nos tira de golpe a la pista: un tema de cinco minutos que podría durar el doble, porque el big beat bien hecho tiene esa paradoja de que sus melodías repetitivas se hacen tan pegadizas que se vuelven hipnóticas, parecen burlarse del tiempo y dejarte en un trance infinito.

La electrónica es un género que tiene tantos estilos como perillas se puedan mover en la máquina de turno. A veces, un cambio en el tempo, en la atmósfera sonora o en los colchones sintetizados logran que el house pase al techno, al ambient o al trance –en inglés, porque es el estilo musical, no el estado– o a eso todo junto. La segunda del álbum, “No Reason”, tiene un poco de todo, con un empuje más discotequero que la anterior, y sin duda en la coda –con los vaivenes de teclas sintetizadas– son los Chemical Brothers volviendo a los 90 con mucho entusiasmo.

Entre los invitados se destaca Beck, que hace de las suyas en la atmosférica, envolvente y bien fiestera “Skipping Like a Stone” (además, el músico comparte créditos compositivos con Tom Rowlands y Ed Simons, los hermanos químicos), quizás una de las mejores del disco. El álbum –en su edición estándar– lo cierra la que le da nombre, que repite como un mantra eso de “For that beautiful feeling”, a cargo de la dulce voz de la francesa Halo Maud –que también participó en “Live Again”–. Mientras la melodía vocal –de aire melancólico– insiste e insiste, alrededor va pasando de todo, como una obsesión que se clava en un cartel mientras el mundo sigue girando.

Foto del artículo 'Rock, pop y mucha electrónica'

Rumours Live, de Fleetwood Mac

La segunda encarnación de la banda británicoestadounidense Fleetwood Mac, que fue la más popera y exitosa, todavía vive y lucha, pero es muy discutible que sea la misma de antes, dado que el vocalista y guitarrista Lindsey Buckingham, de las principales cabezas creativas del grupo, fue echado en 2018 y la cantante y compositora Christine McVie falleció en noviembre pasado. Sea como fuere, la banda está quieta en lo que a nuevas canciones y giras se refiere, pero de vez en cuando publica discos con material de antaño que vale la pena tener en cuenta. Es el caso del último lanzamiento, Rumours Live, un álbum de 18 canciones grabadas en vivo el 29 de agosto de 1977 en The Forum, un estadio de California, en medio de la gira de promoción de –claro está– Rumours (1977), el disco más exitoso del grupo y uno de los mejores álbumes de la historia del pop-rock (o viceversa).

Es así que el repertorio tiene gran parte de aquel disco que presentaban, siempre en versiones más sucias y más largas, con la banda en su mejor momento, compacta y arrolladora. Nos topamos con una abrasadora versión de la resentida “Go Your Own Way” (aunque no tan gloriosa como la de nueve minutos con un solo interminablemente épico de Buckingham que salió en la reedición del álbum Tusk, grabada en vivo en el mítico estadio de Wembley), con el himno de los himnos, “The Chain” –que por estos lares casi todos conocimos por su parte instrumental, que era la introducción de los VHS distribuidos por Halven–, y se cierra con la sentida balada “Songbird” (de Christine McVie).

La mayoría del material es de Rumours, pero también hay varias canciones del disco Fleetwood Mac (1975) –el primero con la segunda formación–, como “Rhiannon” y la balada folk “Landslide” (cumbre de Stevie Nicks, que con sólo su voz y la guitarra de Buckingham logra que no vuele ni una mosca). La única visita a la banda primigenia, la blusera, comandada por Peter Green, es con “Oh Well”, aunque no suena con la fuerza de la original, que estaba en el majestuoso Then Play On (1969).

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Tension, de Kylie Minogue

La estrella australiana de pop Kylie Minogue acaba de lanzar su decimosexto álbum de estudio, Tension, poco más de 35 minutos en los que mezcla todos los derivados posibles de la mezcla entre el pop y la electrónica, hasta llegar al ochentero synthpop. “Padam padam” es la que abre el disco, que a su vez fue el primer corte de difusión, lanzado en mayo, con video incluido, como corresponde. Es una canción bien bailable y pegadiza, por todos lados, pero el gancho está sobre todo en ese adictivo “padam, padam”, que no se puede sacar de la cabeza, como decía aquel hit de la australiana de principios de este siglo.

Pese a la (sobre)producción típica del pop mainstream de estos tiempos, en los que a veces se pasan un poco de rosca con la estética artificial, en gran parte del disco se destaca un trabajo preciso en las melodías y los arreglos poperos, como en “You Still Get Me High” y “Green Light” –esta última, con una pulsión más disco–. La australiana también se anima a cosas más densas, como en “10 Out of 10”, con un pulso cuadrado pero bien bailable, como todo el álbum.


Foto: captura de video de Diego Rossberg “Solo es un juego" Stop Motion.

Foto: captura de video de Diego Rossberg “Solo es un juego" Stop Motion.

Diego Rossberg

El excantante de Cuatro Pesos de Propina, que ya tiene dos discos en su haber como solista (Sólo es un juego, de 2017, y Eres el fuego, de 2019, disponibles en Spotify), se presentará este sábado a las 20.00 en el Complejo Cultural Politeama de Canelones. Las entradas se consiguen por Tickantel a $ 500.

José González

El cantante, guitarrista y compositor sueco-argentino de indie folk anda de gira presentando su último disco, Local Valley (2021), en el que “ofrece un bienvenido recordatorio del atractivo discreto y descarado del artista con sede en Gotemburgo, Suecia”: “Intimidad, una cualidad que Billboard elogió como ‘uno de los sonidos más reconocibles del indie rock’”, según se consigna en la gacetilla de prensa. El músico se presentará el lunes a las 21.00 en La Trastienda (Fernández Crespo y Paysandú). Las entradas se consiguen por Abitab y van de $ 1.900 a $ 2.500.

Ciclo Cauce

Este sábado a las 19.00 en la sala Zitarrosa tendrá lugar la primera edición del ciclo Cauce, cuyo cometido es “fomentar el desarrollo y el encuentro musical, brindando oportunidades y visibilidad a artistas de diferentes departamentos del país en nuestra capital”. Mañana se presentarán tres grupos: Son de Sierra (Salinas), Banda Poca Cosa (Las Piedras) y Trío Faltó el Ruso (El Tesoro). Las entradas se consiguen por Tickantel a $ 380. Hay 2x1 para suscriptores de la diaria.