Gloria Demassi, Myriam Gleijer, Jorge Denevi y Osvaldo Reyno son Ciudadanos Ilustres de Montevideo

Cuatro relevantes artistas del teatro fueron distinguidos el jueves como Ciudadanos Ilustres por la Intendencia de Montevideo (IM). El acto se realizó en el salón Ernesto de los Campos y los galardonados fueron Gloria Demassi, Myriam Gleijer, Jorge Denevi y Osvaldo Reyno por su trayectoria y aportes al arte uruguayo y su compromiso con la cultura.

Al mediodía, la sala de conferencias de la IM parecía más una fiesta familiar donde decenas de hacedores del teatro conversaban alegremente y se abrazaban, reunidos allí para acompañar a sus seres queridos. En la ceremonia participaron el intendente de Montevideo, Mauricio Zunino, y la directora del Departamento de Cultura, María Inés Obaldía.

Zunino expresó la importancia que esta administración departamental ha dado a la cultura en sus diversas áreas y disciplinas, y cuánto había debido justificar cada vez que se decidía invertir en cultura. Obaldía, por su parte, destacó el orgullo que es para la ciudad de Montevideo “tenerlos en su cajita de colores”. Habló de sus herramientas: “a veces es el cuerpo, a veces es su voz, pero siempre es el alma”, y dijo sentirse gozosa de que el intendente estuviera presente en esa ocasión, también en su calidad de teatrero de ley.

Luego de la emisión de un video en el que los homenajeados daban testimonio de cuánto agradecían haber podido llevar adelante sus labores y vivido sus vocaciones, sus mensajes de agradecimiento emocionaron a la concurrencia.

La primera en recibir la distinción fue Demassi, visiblemente emocionada y rodeada de amigos y familia de Fray Bentos, quien agradeció al teatro independiente todo, y en especial a su querido Teatro Circular, que la formó, dijo, como persona. “El teatro me ayudó a enfrentar los difíciles momentos que pasamos, a resistir, hasta me dio el hijo que vino con mi primera obra que hice con una panza así…”, y agradeció a los maestros “que gratuitamente iban y nos enseñaban y se quedaban horas y horas y marcaron a fierro todo lo que hoy sentimos y lo que pensamos”.

La actriz es egresada de la Escuela del Teatro Circular e integró su elenco estable hasta 1981. En 1982 ingresó a la Comedia Nacional, de la que formó parte hasta 2007, y participó en más de 40 espectáculos y giras por Latinoamérica y España, siendo premiada por su labor teatral y cinematográfica.

La también actriz Myriam Gleijer integró el teatro El Galpón desde 1965 y ha transitado los teatros de la ciudad por décadas, interpretando los roles más diversos y formando nuevos talentos. En la ceremonia, agradeció la valentía y el tesón del teatro independiente, “al que le ha faltado el pan muchas veces y sigue faltándole”, y abogó, en medio de una ovación, por la Ley de Teatro Independiente. La artista se despidió con un fragmento de “Libertad, libertad” que se mantuvo en cartel por varios años y por la que fue encarcelada en los 70.

El escenógrafo Osvaldo Reyno integró la plantilla del teatro Victoria desde 1996 y es uno de los fundadores de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático. Se formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en el exterior, realizó más de 600 escenografías para espectáculos de diferentes grupos y más de 120 montajes para exposiciones, representando a Uruguay en diversos festivales y siendo galardonado en múltiples oportunidades. Su muestra retrospectiva Un protagonista detrás de la escena permanecerá en el museo Zorrilla hasta enero de 2025.

Reyno recibió su placa en nombre de todos aquellos y aquellas que trabajan detrás del escenario tanto como quienes reciben el aplauso al cabo de cada función. También contó sobre el día en que entró por primera vez al Teatro Circular junto a su hermano Walter siendo un adolescente y se enamoró de aquel mundo que se escondía tras los bastidores: “El corazón del teatro”.

Jorge Denevi, que no pudo asistir a la ceremonia por razones de salud, envió un saludo de puño y letra que fue leído por su hija Renata. Denevi se ha desempeñado como actor, director, escritor y docente de teatro desde 1959 y cursó estudios en la Escuela de Arte Dramático del Club de Teatro entre 1963 y 1967 con la dirección de Roberto Fontana.

Dirigió y actuó en alrededor de 150 espectáculos, además de ser reconocido en el cine y la televisión, y fue uno de los creadores de los programas humorísticos Telecataplum y Plop. Recibió siete premios Florencio a mejor director, el premio a mejor actor otorgado por la Asociación de Críticos de Cine, tres Premios Iris, el Premio Morosoli a la trayectoria teatral y el Premio Alberto Candeau de la Sociedad Uruguaya de Actores.

Tal vez ser un ciudadano ilustre no sea haber realizado una actividad relevante, sino haber logrado dialogar con la ciudad, haber latido con ella, haber sido un buen ciudadano de su mano, a su lado y dentro de ella. Y si bien el galardón es decisión de las autoridades, como debe ser, somos todos y todas quienes homenajeamos y agradecemos a estos cuatro artistas, por haber honrado la vida con su trabajo, por habernos representado en cuanto ciudadanos, como dijo Obaldía, con su alma.