Este viernes arranca la sexta edición del Festival Internacional de Circo

El Festival Internacional de Circo (FIC) es organizado cada dos años por El Picadero, con la intención de “contribuir a la consolidación y profesionalización del sector en Uruguay, promover el intercambio entre artistas y compañías de distintos orígenes y fortalecer el circo como campo artístico a través de la circulación de espectáculos de dentro y fuera de la región”, según definen. Sus organizadores destacan que nace desde la autogestión y se sostiene también gracias al apoyo institucional que reciben del Municipio C, la Dirección de Cultura de la Intendencia de Montevideo y el Instituto Italiano de Cultura, sumados a una amplia red de apoyos y colaboradores.

Aunque se propone como una propuesta integral que abarca tanto espectáculos como talleres de formación e instancias de reflexión en torno a las artes circenses y, por otra parte, no se dirige específicamente al público infantil, sino que incluye espectáculos para todas las edades, ofrece varias actividades para el disfrute de niñas y niños, que destacamos acá.

En salas y plazas

En esta sexta edición participan espectáculos de 12 compañías de Uruguay, Argentina, Brasil, Francia e Italia que se presentarán en diversas salas, entre ellas el teatro Solís y el Auditorio Nacional Adela Reta, pero también en espacios al aire libre. “Este año es muy significativo porque volvemos a habitar espacios importantes que habíamos alcanzado antes de la pandemia. El festival vuelve a comenzar de forma descentralizada y va a estar presente en la plaza Huelga General, el parque Villa Dolores y la plaza Liber Seregni. Durante una semana se programa en nuestro espacio al aire libre El Picadero, en Capurro, en paralelo con las salas Zavala Muniz y Balzo, para cerrar en escenarios excepcionales como son la sala principal del Solís el viernes 20 y sábado 21 y el Jardín Botánico el domingo 22”, detallan. Las entradas están a la venta por Tickantel.

Formarán parte del festival las obras Ocho, de Francia, que se podrá ver el 17 a las 20.30 en la Zavala Muniz; la local Una reina, que estará en la misma sala y a la misma hora el 18; la argentina Amistá, también en la Zavala a las 20.30 pero el 19; la italiana Nuova Barberia Carloni el 20 y la 21 a las 21.00 en la sala principal del Solís; la local Liminal en la sala Balzo del Sodre el 17 a las 20.30; y la brasileña Onde eu guardo um sonho en la misma sala desde el 18 al 20 a las 17.00.

Esta última es una de las que los organizadores recomiendan para los más chicos: “Para las infancias destacamos particularmente la propuesta que viene desde Brasil, Onde eu guardo um sonho, que presenta un mundo onírico que toma como base una estructura acrobática original, es una oportunidad única de ver una pieza que desarrolla un lenguaje específico para un elemento en función de su narrativa, enfocada a las infancias”. “También tenemos referentes nacionales como Opa Payasos con su Circo único. Y, más allá de estas puestas, cabe destacar que la mayoría de los espectáculos que se presentan en la grilla de este año, sobre todo en lo que refiere a espacios abiertos, contemplan a las niñeces y a todxs lxs integrantes de la familia”, agregan. La programación completa se puede consultar en la web del FIC.

Una década de circo

Consultados sobre la experiencia recogida en estas seis ediciones del FIC, comentaron: “El festival ha sido un generador constante de hitos en nuestras vidas. Hace 11 años entregamos el primer proyecto a Iberescena y una de nuestras compañeras dio a luz a su hija. El festival nos marca, como personas y como profesionales, porque colectivamente dimos nacimiento a algo que nos trasciende como individuos, a un movimiento que genera sus propias sinergias y que se proyecta en continua transformación. Yendo a lo concreto de la pregunta, en estos años hemos cosechado amistades, momentos imborrables de realización, de agotamiento, aprendizajes impensados, oportunidades de trabajo, viajes, contactos y, sobre todo, la confirmación de que el circo tiene una particular potencia cuando traspasa el nicho y se presenta a las grandes audiencias”.

“Todas las personas que hacemos el festival llegamos al circo por caminos diferentes, pero creo que coincidimos en que es un arte de familias elegidas, de cooperación, de desafiar los límites, de hacer más permeable la línea divisoria entre lo imaginado y lo que sucede. Creemos que ese espíritu se expande en la pista ya sea desde una plaza pública de la periferia o desde nuestros principales escenarios; se potencia en contacto con la gente y genera movimientos, oportunidades de nuevas vivencias y pensamientos. En el circo se encuentran las personas en busca de sensaciones extremas, se entrecruzan los lenguajes de la escena con la música, se potencian mutuamente el intelecto y el instinto. Por eso creemos que vale la pena”, sostienen.

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